Si nos lo tiene que decir EE.UU. ya es grave

Esta semana pasada los europeos hemos recibido un toque de atención por nuestros asaltos a los derechos humanos. Estados Unidos, en su informe anual sobre los derechos humanos en el mundo, describe una situación en la que la islamofobia y la discriminación abierta a los musulmanes se están institucionalizando a lo largo del viejo continente. Se mencionan factores como la prohibición de llevar burka o pañuelo, la prohibición de construir minaretes, el constante crecimiento de los partidos de extrema derecha de claro componente islamofóbico que contribuyen a aumentar el odio en la población hacia las minorías, etc. Además se muestra que aunque la violencia generalizada contra los musulmanes no existe, sí que existe una constante de pequeños incidentes que van dirigidos contra la comunidad de musulmanes que habitan en Europa. Para terminar, además se menciona que en Europa se ha extendido la creencia que considera al islam y a sus seguidores inferiores e incapaces de respetar los valores occidentales.

Que los europeos somos racistas con los musulmanes es algo que para mí está claro desde mucho antes del 11 de septiembre, del 11 de marzo, de las prohibiciones a los pañuelos y los minaretes. Que el racismo y la xenofobia van en aumento en Europa desde luego que no es un secreto, solo hay que ver los resultados de las votaciones en nuestros países democráticos. Que los musulmanes son el principal chivo expiatorio de todos los grupos nacionalistas y racistas se ve con solo abrir un periódico o encender el televisor. Que el islam y sus seguidores son tratados como seres inferiores, bárbaros e incapaces de vivir en sociedades como las nuestras que creemos más avanzadas es algo que hasta las personas supuestamente más tolerantes van diciendo en alto. Que los individuos con aspecto de ser musulmanes sufren constantes muestras de discriminación se ve con solo salir a pasear un rato por mi barrio, Nørrebro, en Copenhague. 

Sin embargo que Estados Unidos, el país de la guerra contra el terror (musulmán), el país de Guantánamo, el país invasor en su cruzada contra el eje del mal, nos dé un toque de atención resulta de lo más llamativo y lo que es peor, de lo más preocupante. La situación realmente va mal si hasta un sitio como EE.UU. nos puede decir que estamos discriminando y maltratando a una parte de nuestros ciudadanos.

Y luego me dicen que exagero cuando me quejo una y otra vez de la islamofobia de los europeos...