Voy a ser tía

Hace unos días nos llegó de repente la noticia. Vamos a ser tíos. Uno de los hermanos de K va a tener un hijo o hija, todavía no se sabe, este año. Y eso es una alegría. En la familia de K aunque algunos de sus medio hermanos tienen hijos, esta es la primera vez que uno de sus hermanos completos va a ser padre. Y esto, como ya expliqué en esta otra entrada, en Dinamarca tiene más significado que en España. Por mi parte, mis hermanos tampoco tienen hijos así que será una nueva experiencia.

Casualmente el día que nos enteramos unas cuantas horas más tarde teníamos reunión familiar en casa de la hermana de K a la que en una ocasión le hicimos una pregunta relacionada con los hijos más que un tanto peculiar. Así que aunque estábamos los dos alegres por la noticia, también recibimos una buena dosis de estrés con la idea de tener que ver los ojos de su hermana HH que sabe nuestra historia en cuanto a los hijos y el agobio de pensar que era posible que a lo largo de la tarde alguien nos preguntara si nosotros no teníamos planes de hacer lo mismo y ella contestara algo que los demás no deberían saber.

Finalmente la tarde no fue mal y no hubo situaciones incómodas. Sin embargo, no pude dejar de observar que de los adultos presentes la gran mayoría son padres. Parece que en esta sociedad, como en la española, estás predestinado a tener hijos y si no lo haces así, eres "uno de los raros".