20 febrero 2010

¡Pero si me invitaste tú!

Como ya he explicado antes, una de mis exs, aquella con la que acabé fatal y con la que no tengo ninguna relación ni contacto ya, un día de repente me envió una invitación de amistad a mi perfil en Facebook. Aunque me costó decidirme porque no sabía si lo hacía porque no sabía quién soy bajo mi seudónimo, al final acepté la invitación y durante un par de meses estuve recibiendo en mi muro las actualizaciones de estado que iba poniendo. Por supuesto, sin comentar nada, sin escribirnos de forma personal y sin tener ningún otro tipo de contacto que el hecho de haber aceptado su invitación y por tanto ser "amigas" por Facebook.

De repente hace unos días me di cuenta de que había pasado ya algún tiempo sin ver nada suyo y que tampoco me había encontrado que participara o apareciera en ninguno de los grupos o eventos a los que yo me uno. Como antes estaba hasta en la sopa, me resultó raro. Así que puse su nombre en la caja de búsquedas y no aparecía. Me quedé un poco sorprendida de ver que ya no estaba entre mis amigos, pero aparentemente tampoco en Facebook... Pensé que tal vez me habría borrado sin saber que soy yo al recibir demasiadas actualizaciones de alguien que ella piensa que no conoce, aunque la verdad es que me entró la duda...

El caso es que un par de días después contándoselo a una amiga que tenemos en común me dice: "¿Pero qué dices?, ¡claro que está en Facebook, lo que pasa es que te debe de haber bloqueado al descubrir que eras tú!".

Y así estoy ahora flipándome. Primero por su error estúpido de mandarme una invitación que ahora sé que fue sin saber que soy yo. Segundo por su falta de educación al descubrir que era yo. No le era suficiente con borrarme de la lista. ¡Me bloquea la tía!

Así que, encanto, solo tengo una cosa que decirte si es que lees esto ahora que ya sabes que existe y que soy yo. ¡Fuiste tú la que me invitaste! Yo en ningún momento te he ido a buscar, ni a hablar contigo, ni a saber de tu vida, ni a pedirte las cosas que me debes y que tú bien sabes que son mías, ni a nada de nada. La próxima vez antes de molestarme, piensa un poquito, maja. 

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4 comentarios:

  1. veo que hasta uniendoos entre vosotras mismas seguís siendo maltratadoras...una pena...

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  2. Lille amiga ya sabes pasando mucho mas aún de ella. Bloquearte un poco asquerostia y rencorosa.
    En fin no te hace falta su amistad tampoco.
    Besos gordos

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  3. Anónimo, confiésate, eres otro de los cristianos que viene a salvarnos a todas, ¿no? :-D

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  4. Tienes razón, Anita. ¡Besos!

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