27 abril 2010

She hate me... y no me extraña


Este largometraje de Spike Lee, She Hate Me (sí, se llama así, sin la s), que acabo de ver me ha dejado un sabor agrio. Aunque me atrae la idea de ver una película de temática LGBT hecha por este director que siempre me ha gustado e incluso creo que tiene un par de detalles interesantes, el guión en realidad se ve claramente que está pensado por un hombre heterosexual y sus fantasías sexuales con las mujeres lesbianas, y eso lo estropea completamente.

Dejando de lado toda la trama política, empresarial y policíaca y centrándome en el tratamiento del lesbianismo, la película comete grandes errores. El primero e insalvable son todas esas escenas de sexo entre las supuestas lesbianas y el hombre inseminador. ¿Por qué habrían todas de querer acostarse con él para conseguir el semen? Y encima, para darle morbo al asunto, muchas de ellas no habían tenido sexo con un hombre. Así, de esta forma el guión muestra el sueño de casi todos los tíos: sexo con muchas mujeres que están desesperadas por tener sexo contigo, tanto que incluso te pagan una pasta para ello, y encima que son vírgenes... porque como todo el mundo sabe hasta que a una mujer le meten una polla de carne y hueso es virgen, da igual con cuantas mujeres se haya acostado. Y además, hay que ver cómo lo disfrutan todas estas mujeres. Parece que estaban esperando a que de verdad llegara el hombre a follarlas y enseñarles lo que es tener sexo de verdad.

También es curioso que no se plantean para nada la seguridad a la hora de tener esas relaciones. Esas lesbianas que no quieren ir a clínicas de inseminación prefieren ser folladas una tras otra en la misma noche por un hombre al que no conocen que acaba de tener sexo sin protección con otras mujeres a las que tampoco conocen. ¡Muy lógico! ¡Tanto como que todas se queden embarazadas en el primer intento!

Por otra parte también es sorprendente esa maravillosa relación que el hombre conserva con todas las mujeres a las que ha dejado embarazadas. Un único polvo en una fila y ya todas quieren en cierto modo que esté relacionado con ese hijo que están esperando. Por mucho acuerdo por escrito que tengan. Él es el padre. Y es que aparentemente es eso lo que quieren dos lesbianas al tener un hijo: ¡invitar a un hombre en sus vidas y su relación!

Como mujer bisexual y poliamorosa me interesa especialmente debatir un aspecto que creo que muchas lesbianas criticarán: el final de la película en cuanto a las relaciones personales (no la trama jurídica) muestra una relación poliamorosa con éxito entre el hombre, su ex novia y la nueva novia de esta. Esto sin embargo no deja de ser curioso considerando que la nueva chica en principio dice no ser bisexual pero al final resulta serlo. Me pregunto si esto debe entenderse como que la mujer es bisexual desde el principio, como que descubre su bisexualidad con el tiempo o más bien como que hace lo que muchos heterosexuales (incluido el guionista) consideran necesario y no son capaces de imaginar que pueda ser de otra forma: adaptarse a la norma y aceptar a los hombres para tener una vida plena.

votar





3 comentarios:

  1. ...aunque sea de refilon no puedo resistirme: "...una polla de carne y hueso"...¿hueso?
    K, enhorabuena, mi mas sincera felicitación, jajjaja

    La película no la he visto, pero tal y como cuentas parece que el guión lo haya hecho un adolescente en celo.

    Un saludo, Gabriel.

    ResponderEliminar
  2. Pues eso, un cuento, que es lo que son las películas....

    ResponderEliminar
  3. Felicidades por las 1000 entradas en tu blog! Eres un ejemplo a seguir. E inspiras.

    Espero que todo vaya bien! Suerte y un abrazo!

    ResponderEliminar

Si tienes problemas para dejar tu comentario, vuelve a pulsar en "Publicar". Casi siempre con insistir un par de veces funciona. Si no también puedes enviármelo a mi email en lilleskvat(a)gmail.com