¿Sois novias?

En una reunión sobre intersexualidad con una amiga al acabar estábamos hablando con la conferenciante y nos pregunta: ¿alguna de vosotras sois intersexuales? Mi respuesta sincera: no que yo sepa, pero no se puede estar segura sin hacerse estudios. La siguiente pregunta: ¿sois novias? Mi amiga y yo nos miramos con cara de desconcierto y la miramos. Mi amiga contesta muy seria: no. Yo sin embargo contesto sonriendo exactamente igual que antes, un poco de forma cómica: no que yo sepa, pero no se puede estar segura. Miro a mi amiga y está todavía más seria mientras yo me estoy riendo cada vez más abiertamente. Después a solas no hemos comentado la situación y eso también me divierte. Me parece que esa escena supone romper un tabú enorme que existe siempre entre los amigos. Y mi respuesta, en plan juego, creo que dejó a mi amiga desconcertada: ¿Será porque tiene interés? ¿Será una broma? Ojalá hubiera más situaciones similares en las que la gente hace preguntas inadecuadas y obliga a romper los tabúes. Y ojalá que esa pregunta me la hicieran ante otra de mis amigas de la que desearía escuchar su respuesta y dar la mía.

La vida en pausa

A veces parece que la vida se pone en pausa, que nada puede avanzar. O así lo siento yo en este momento. Pausa de espera. Pausa de angustia. ¿No sería más fácil seguir adelante? ¿Para qué tanto esperar?

La japonesa con peores notas que los daneses

En la universidad en Dinamarca si estudias japonés y has nacido en Japón, tu idioma nativo es el japonés y además eres especialista en tu idioma, todavía tienes que soportar que cuando haces los exámenes tu calificación sea inferior a la de los daneses que son estudiosos y obtienen buenas notas. ¿Por qué? La justificación oficial es que hay que dominar el danés porque muchos de los ejercicios para demostrar que sabes japonés son de traducción al danés. Y en ese sentido la japonesa tiene desventaja, porque no es nativa danohablante. Sin embargo, si uno lo piensa lógicamente no tiene sentido. Lo que se está estudiando es japonés. No traducción japonesa. Si una japonesa nativa no es capaz de obtener las calificaciones más altas, hay algo malo en el sistema. Y esto no es solo así en japonés. Sé que es exactamente igual en español. Una persona hispanohablante en los estudios de español no tiene acceso a las mejores notas, esas están reservadas a los daneses, que son los que hablan danés perfecto. ¿Es lógico esto o es sencillamente una forma clara de discriminación y nacionalismo? Porque a mí claramente me parece lo último.

Me siento mejor entre B y T que entre L

Últimamente estoy descubriendo algo que antes no hubiera imaginado: parece que me siento mejor entre gente dentro de las etiquetas B (bisexuales, pansexuales, omnisexuales, plurisexuales...) y T (transgénero, travestis, genderqueer, crossdresser, genderbender...) que dentro de la etiqueta L (lesbianas). Y eso es extraño cuando una buena parte de mi vida he pensado que yo era lesbiana y todavía hoy la gran mayoría de las personas de verdad cercanas a mí son lesbianas. Sin embargo, cuando tengo que ir a un grupo o a un evento estoy descubriendo que me es mucho más fácil sentir interés e identificación con la gente que no se llama a sí misma lesbiana (o gay). Parece que nuestros discursos son más parecidos y lo mismo con nuestra forma de ver la vida. Pero especialmente parece que no tienen tantos prejuicios negativos sobre mí (para ejemplo lee esta entrada) y eso facilita la comunicación y la cercanía.

Poliamor sin tener más de una relación

Últimamente hablando sobre poliamor me estoy encontrando con una respuesta bastante habitual: "no, no soy poliamoroso porque no tengo varias relaciones". De hecho a veces incluso escucho "cuando ni siquiera tengo una relación, ¿cómo voy a ser poliamoroso?". Por eso creo que tengo que aclarar algo.

Igual que se puede ser bisexual sin tener una pareja hombre y otra pareja mujer o sin haber tenido parejas más que de un género (o de ninguno), igual que se puede ser homosexual y nunca haber tenido sexo con nadie, lo mismo se puede decir que se es poliamoroso sin tener ninguna relación o solo teniendo una. Lo importante en realidad no es tener muchas relaciones, sino la forma en la que uno tiene esas relaciones cuando existen.

Es la actitud lo que hace una relación poliamorosa, no tener varias relaciones. Si tu actitud y tu forma de entender las relaciones incluye ante todo y sobre todo la sinceridad completa y absoluta, entonces podrías si lo deseas tener una relación poliamorosa aunque ahora no tengas ninguna relación en el presente o aunque tengas una relación con una única persona. La sinceridad absoluta incluye reconocer que no solo se tienen sentimientos y deseos por la persona con la que se está. Incluye poder hablar de todo. Compartir esas cosas que en las relaciones monógamas no se van diciendo, como la posibilidad de estar enamorado de varias personas al mismo tiempo y por ello también sentir deseo y tal vez tener sexo con varias personas. Entonces si comprendes que tu pareja no es tu posesión y que el que ame a otras personas no hace que te ame menos, si aceptas que el sexo con otras personas es parte de la forma de expresar ese amor por otras personas y que tanto tu pareja como tú sois libres para lo que deseéis con otra gente, si te alegras de que tu pareja encuentre amor en otras personas y crees que eso puede mejorar vuestra relación, si piensas que el amor no es limitado y que puedes amar 100% a varias personas... en todos esos casos puedes decir que eres poli aunque no se vea reflejado necesariamente en la práctica.

De hecho, la mayor parte de la gente que he conocido que es poliamorosa no tiene en el presente relaciones con varias personas, aunque si tienen una relación, esta es poliamorosa.

En resumen, que se puede ser soltero y poliamoroso y se puede tener una única relación que dure toda la vida y que sea poliamorosa.

Solo señoras aquí

Me meto a comprar en una tienda árabe y para pagar me coloco en la cola. Cuando llego a la caja el cajero me mira unos segundos de arriba abajo y me señala la otra caja sin decirme nada. Me cambio a la otra caja y la cajera empieza a decir "señoras aquí". Sigo colocando mis cosas y me grita mirándome: "¡Señoras aquí!". Ya entiendo, es una tienda con separación de género a la hora de pagar, pues vale, yo sigo a mi rollo. Y de repente me dice a todo volumen: "¡SOLO SEÑORAS AQUÍ!". Sin contestar nada, le doy el dinero y me voy sonriendo, mientras veo que la persona de al lado le propina un codazo para que se dé cuenta de que ha metido la pata.

Como últimamente había llevado el pelo semi largo y hacía tanto que no me pasaba esto que antes era una constante en mi vida, casi si me había olvidado cómo era el que no sean capaces de reconocer con claridad mi género solo con mirarme. Solo van dos días desde que me he cortado el pelo y aparentemente volvemos a lo mismo. Mi cara claramente es bastante andrógina y cuando tengo el pelo corto a mucha gente le resulta desconcertante. Para mí es casi un regalo que reafirma mi identidad genderqueer. 

Jornada Internacional de Lucha por la Despatologización de las Identidades Trans

Hoy 23 de octubre de 2010 se celebra la Jornada Internacional de Lucha por la Despatologización de las Identidades Trans (International Day for Depathologization of Trans Identities) y desde mi blog quiero sumarme a la iniciativa y recordar que es muy importante que consigamos la retirada del trastorno de identidad de género de los catálogos de enfermedades: el DSM de la American Psychiatric Association, cuya versión revisada aparecerá en el 2013, y el CIE de la Organización Mundial de la Salud, que saldrá en el 2014. Por eso tenemos como objetivo el año 2012.

Desde aquí os invito a conocer y promocionar la campaña que encontraréis en esta web. Los objetivos son:

1. La retirada del TIG de los manuales internacionales de diagnóstico (sus próximas versiones DSM-V y CIE-11).
2. La abolición de los tratamientos de normalización binaria a personas intersex.
3. El libre acceso a los tratamientos hormonales y a las cirugías (sin tutela psiquiátrica).
4. La cobertura sanitaria pública del proceso de reasignación de género.
5. La lucha contra la transfobia: el trabajo para la formación educativa y la inserción social y laboral de las persones trans, así como la visibilización y denuncia de todo tipo de transfobia institucional o social.

Octubre Trans 2010 (español) de Stop Trans Pathologization.

Babel querría haberla hecho yo

Otra película que quiero recomendar: Babel (2006), del director Alejandro González Iñárritu. Se trata de cuatro historias entrelazadas en cuatro países diferentes (EE.UU., Marruecos, México, Japón) y en cuatro idiomas (inglés, español, árabe y japonés). El punto de unión: un arma que un japonés regala a un marroquí y que es utilizada por sus hijos para disparar a un autocar de turistas, con lo que hieren a una estadounidense cuyos hijos están al cargo de una mexicana.

Al principio uno no comprende que las historias tienen una relación, lo cual tiene su parte de moral: cualquier acto puede tener consecuencias inimaginables hasta en el otro extremo del mundo. Además me gusta que las historias están contadas desde todas las perspectivas, de ello también el uso de los idiomas locales. Para no variar también me agrada que no es una película positiva que te deja con esa sensación vacía de alegría sin sentido. Aquí uno se puede sentir un poco afectado y también incómodo. Las casualidades determinan el ritmo de la vida, a veces para mal. Por otra parte las historias elegidas muestran enormes contrastes sin caer necesariamente en tópicos, cosa que es un acierto.

Viendo Babel tengo la sensación de que una historia de este estilo querría hacer yo si fuera directora de cine, como tantas veces he soñado. Algo con varias culturas, varias perspectivas, varios idiomas, gente ordinaria y gente extraordinaria, temas que me interesan (justicia social, migración, discriminación, sexualidad, etc.) y una misión, una especie de agenda o moral que quiero explicar. 

Si me respetas no tengo problema

Aunque no me identifico como lesbiana he empezado a ir a un grupo de lesbianas en Copenhague. Por supuesto, cuando me decido a ir a un sitio así es porque creo que tengo muchas cosas en común con ser lesbiana. De hecho, durante una buena parte de mi vida me he identificado así y todavía hoy en ocasiones lo hago si es necesario u oportuno con gente que no es del ambiente LGBT. Sin embargo, entre lesbianas prefiero dejar claro que también tengo interés en otras personas de otros géneros y no solo en mujeres, tanto por un asunto de visibilidad de la gente como yo como porque por experiencia sé que muchas no desean contacto con mujeres que no se identificas a sí mismas como lesbianas, así que mejor ser clara para que no haya dudas ni nadie tenga la sensación de que le han ocultado nada. 

Por tanto, eso me ha llevado a presentarme en este grupo diciendo que "no soy lesbiana". Como es natural seguido de una explicación. ¿Cuál ha sido la reacción? Pues una que sinceramente me deja con muy mal sabor de boca: "OK, mientras me respetes no tengo ningún problema". Esta frase se ha repetido de varias formas y en varias bocas, tanto estando yo presente como no estándolo. 

La frase, aunque en principio no tiene nada malo, muestra una actitud con la que yo tengo muchos problemas. Para empezar, muestra que no me consideran parte de su grupo porque tengo la desfachatez de acostarme también con personas que no son mujeres. Probablemente creen que soy algo cercano a una mujer heterosexual porque también tengo interés en los hombres. Y eso, cómo no, les lleva al segundo tópico: como no soy lesbiana tengo necesariamente que tener una actitud negativa o crítica ante su orientación sexual, y por ello creen que es necesario recordarme que estoy en un grupo de lesbianas y por eso tengo que respetar el lesbianismo. ¡¿Y por qué leche no iba a hacerlo?! Soy yo misma la que ha elegido unirme al grupo, así que digo yo que ese comentario sobra. Pero es que además en realidad soy yo quien debería decir esa bella frase, porque como se me ha recordado, mientras hable de cosas que tienen que ver con el amor y el sexo entre mujeres todo va bien. ¿Y por qué no va bien si hablo de lo demás? Así que no me quiero ni imaginar lo que va a pasar cuando hablemos de mi género. Como tengo este aspecto dan por hecho que me identifico con una mujer. Así que cuando escuchen lo que pienso creo que se van a caer de la silla.

Sinceramente me revuelve un poco la conciencia y la tripa todo esto y creo que si siguen así me voy a ver obligada a hacer un discursito sobre bifobia, transfobia y heterofobia, cuando mi intención original era disfrutar de la compañía de otras mujeres que, como yo, sienten interés en mujeres. Y luego dicen que el ambiente LGBT abre la mente...

Casi nadie para elegir

Ayer estaba escuchando a B, que en tantas cosas ve la vida como yo, hablar de la dificultad que tiene ser como somos refiriéndose a lo difícil que finalmente resulta encontrar pareja y quiero contaros aquí el planteamiento, porque es algo que yo también voy pensando.

Como persona pansexual se supone que podría gustarme toda la gente que hay en el mundo, y por eso también debería tener muchas posibilidades de encontrar a alguien con quien poder estar. Sobre todo si consideramos que me identifico con alguien genderqueer, es decir, que ni hombre ni mujer, me tendría que ser todavía más fácil porque en teoría incluso podría tener acceso a esos grupos que tradicionalmente me estarían cerrados: hombres homosexuales y mujeres heterosexuales. Si a eso además le añado el ser una persona poliamorosa, capaz de sentir algo por varias personas y por tanto tener varias relaciones al mismo tiempo, se supone que todavía tendría que ser más fácil encontrar alguien de quien enamorarse y con el que establecer una relación. El caso es que esto que en la teoría suena tan bien en la práctica no funciona así. 

Como pansexual las mujeres heterosexuales no tienen interés en mí, pero las homosexuales parece que tampoco, porque por lo general no aceptan que pueda estar con hombres. Los hombres homosexuales tampoco tienen interés en mí y los hombres heterosexuales por lo general no creen que con una persona bisexual se pueda tener algo serio. Sexo sí, pero una relación es otra cosa. Existe ese temor a que sea lesbiana en el armario o que les deje por una mujer. Si encima añadimos que hablo claramente de mi interés en personas de otros sexos, no solo mujeres ni hombres, muchos homosexuales y heterosexuales se asustan y  destapan toda su transfobia. Si me siento atraída por transgénero soy demasiado "rara" o "viciosa" para poder estar conmigo, tanto para los unos como para los otros. Para rematarlo si añado que yo misma me considero un género "intermedio", genderqueer, no solo no consigo con ello despertar el interés de esos supuestos grupos vetados, sino que además despierto el rechazo de la gran mayoría de la gente que potencialmente podría ser mi pareja. Finalmente, si consigo encontrar a alguien que vea más allá del género y la orientación sexual, todavía me queda un escollo más que superar: mi forma de vida poliamorosa. Hacer que la persona con la que estoy comprenda que también puedo amar a otras personas, y que también puedo tener otras relaciones, y que lo mismo es válido para ella, es muy difícil en la práctica. Una enorme mayoría entre las mujeres no acepta ese planteamiento. Lo mismo sucede entre los hombres, aunque en principio parezcan más dispuestos a tener algo así por la libertad que esto les da a ellos mismos. Sin embargo, llegado el momento la educación monógama (y también a menudo la machista que dice que un hombre puede tener otros asuntos pero una mujer no) suele vencerles. En cuanto a las personas que no son ni hombres ni mujeres, eso no es ninguna garantía para que vean las relaciones de forma diferente a la normal social monógama. 

Al final, igual que yo, las pocas personas que he conocido como yo suelen llegar a esta conclusión: encontrar a alguien es muy difícil. Encontrar a varias personas todavía más. Parece que el grupo a elegir en lugar de ampliarse se reduce según tu vas ampliando tus fronteras. Y al final a menudo los únicos con los que se puede iniciar algo son los que ven el mundo como tú: pansexual, genderqueer/genderbender/transgénero y poliamorosos. Pero hay muy poca gente que se define así y esa gente tiene que congeniar contigo y se tienen que desarrollar los sentimientos y la relación, cosa que habitualmente tampoco sucede, porque no por ser similares te enamoras de alguien. Y por tanto es muy probable no encontrar una pareja... y desde luego varias. Sexo es posible, pero si queremos otra cosa además, no resultamos precisamente atractivos para la mayoría.

Diferente o no

Durante muchos años me sentía mal y no sabía la razón. Me sentía fuera de lugar, no adaptada. Escuchaba que la gente me llamaba rara o que me trataba de forma extraña y no entendía bien el motivo. Yo me veía muy normal, por supuesto. Eran si acaso algunos de los demás los que eran raros por no ver las cosas como era tan evidente para mí que eran.

Desde hace relativamente poco tiempo sin embargo he empezado a analizar con más detenimiento en qué situaciones y por qué motivos la gente me considera tan extraña y he llegado al convencimiento de que aparentemente tienen razón: soy rara, si eso significa ser diferente. El caso es que curiosamente ya no me siento mal ni fuera de lugar. Ahora de repente he comprendido que tengo un lugar, el mío propio, que no hace falta que sea igual que el de los demás pero que tampoco significa que no pueda estar en contacto con otra gente que está en otros lugares y en otros procesos. La adaptación no está en ser igual o sentirse parte de un ambiente de la misma forma que todos los demás. Está en sentir que tú ocupas tu lugar dentro de ese ambiente, aunque sea un lugar diferente. Y eso me da calma y seguridad.

No obstante sigo dándole vueltas a todo esto de la diferencia. ¿De verdad soy tan rara? ¿De verdad soy tan diferente? Por momentos me parece que no... y por momentos me siento marciana. ¿Cuándo me equivoco entonces?

Ningún idioma nórdico en los exámenes de intérprete jurado

Se acaban de convocar los exámenes de intérprete jurado. Este año la convocatoria sale más tarde que suele y ha cambiado a peor. Un aspecto resulta especialmente devastador para mucha gente: tan solo habrá exámenes de unos cuantos idiomas selectos. Los demás se quedan sin posibilidad de hacer la prueba. ¿La justificación? Seguramene alguna mentira oscura sobre la necesidad y utilidad de determinados idiomas tras la que en realidad se esconde el número de candidatos, la facilidad económica para convocar la prueba y la arbitrariedad. Así, no hay examen de italiano o de alemán, por nombrar dos grandes lenguas. Por supuesto, ni un idioma escandinavo o nórdico. Entonces a los traductores jurados de estos idiomas no les queda más que una opción: obtener el título en el extranjero y luego solicitar la convalidación en España. O al menos esa es la teoría, porque lo malo es que si unimos la incompetencia del sistema español a la incompetencia de los sistemas por aquí arriba al final tenemos como resultado la casi completa imposibilidad de conseguir la titulación siendo español. 

En el caso del danés, en España aparentemente ya no se puede obtener el título y en Dinamarca, como el español es un idioma tan grande, no te permiten hacer el examen libre oficial, te obligan a estudiar la carrera de 5 años en la universidad. Pero claro, la carrera no es Traducción, no, es algo como Empresariales con especilización en español. Es decir, que si no te interesa la economía, pues te ves sin opciones reales. Seguro que hay mucha gente muy feliz con la situación.

En el sur de Europa...

En este país casi cada vez que escucho hablar del sur de Europa acabo riéndome o directamente boquiabierta. Es increíble la cantidad de prejuicios que se pueden tener sobre un sitio que no es el tuyo incluso cuando la mayoría de los daneses han estado innumerables veces en España, Italia, Francia, Grecia, etc., de vacaciones. Algunos hasta tienen segundas viviendas allí y sin embargo de sus bocas siguen saliendo las mismas sandeces. 

Un ejemplo sacado de las conversaciones de la última semana. En un seminario serio en la universidad la conferenciante explicó que en el sur de Europa no se puede hablar de negocios sin preguntar por la familia antes. ¡Pues no sé yo dónde! No me imagino al jefe de ventas hablando con el encargado de compras por la mañanita temprano en el inicio de la reunión preguntándole cómo han dormido sus hijos esa noche y si la abuela ya va bien al baño... pero aparentemente todo es posible en la imaginación danesa.

Encontrarte a alguien en el momento menos esperado

No sé si esto solo me pasa a mí o qué, pero tengo la sensación de que cada vez que me tropiezo con alguien estoy haciendo algo que normalmente no hago y que me hace sentir ridícula. Por ejemplo no es que suela ir por la calle cantando, pero estoy segura de que cuando lo hago es cuando me tengo que encontrar a alguien. Hace unos días me pasó algo similar. Tenía una cita con una mujer que me gusta mucho, pero a la que casi no conozco. Mi inseguridad me hizo de camino hacia el lugar de encuentro mirarme en una ventana como si fuera un espejo, cosa que juro que jamás hago, pero por supuesto, cuando giré la cabeza allí estaba ella que también llegaba algo antes de la hora acordada. Hoy que tengo otra cita con otra mujer que me gusta y a la que no conozco, a ver qué cosa ridícula hago.

Don't you black or white me!

Estoy harta de ver que las cosas tienen que ser blancas o negras al definirse. Por más que insisto en explicar que no soy ni una cosa ni la otra, la gente sigue metiéndome en casillas y etiquetas que no me gustan, que no creo que me sean aplicables, que no son yo. Me canso. Así que como Michael Jackson muy certera y genialmente dice en They don't care about us lo que pasa es que tenéis que dejar de meterme en esos cajones de una vez. Don't you black or white me!

El agua y Dinamarca

Habiendo nacido en España, he crecido con la clara conciencia de que el agua es un recurso escaso y muy importante que hay que cuidar. Cada verano es imposible no darse cuenta de los enormes problemas que crea su falta. La dichosa sequía nos amenaza cada vez que llega el calor. De hecho, no solo en verano sino todo el año ese fantasma de la sequía amenaza las actividades diarias. Así los españoles de niños aprendemos que no hay que tener el grifo abierto al cepillarse los dientes, al fregar los platos o al enjabonarse en la ducha, que no hay que malgastar el agua potable para regar las calles, que no hay que poner la lavadora o el lavavajillas medio vacíos ni regar el césped o los campos de forma innecesaria, que es mejor ducharse que bañarse, que el wc consume mucha agua, que los grifos no deben gotear, que el agua de la lluvia se puede reutilizar... Es decir, que en España tenemos una cultura del agua.

Cuando llegué a Dinamarca descubrí con mucha claridad que todas estas cosas que había aprendido son fruto de haber crecido en un país árido en el que vemos y sufrimos las consecuencias de no tener cuidado en nuestro uso del agua de forma casi inmediata. Los daneses sin embargo tienen una relación muy diferente con el agua. Para ellos, aunque la realidad sea otra, en su conciencia colectiva el problema es el contrario: creen que hay demasiada. En este país en el que llueve constantemente la gente no es capaz de tomar en serio los consejos sobre el uso del agua. Muy al contrario. El agua se malgasta sin ningún pudor. Y cuando no se malgasta, se debe solo a su precio, no a que sean capaces de apreciar su valor. 

Lo curioso sin embargo es que Dinamarca, aun siendo el país de la lluvia, no dispone de grandes reservas de agua. Y algunas ciudades como Copenhague por momentos se ven amenazadas en su suministro de agua. ¿A qué se debe? A varios factores. Tienen problemas de administración. Además no almacenan el agua, solo extraen la del subsuelo, y cuando esta es contaminada por el uso indiscriminado de pesticidas, se ven obligados a buscar en otros lugares o a consumir ese agua. No disponen de ríos, por tanto tampoco hay embalses al estilo español. Y sobre todo, desde los políticos hasta los usuarios finales, pasando por las administraciones locales y las compañías de suministro, todos son extremadamente descuidados y despreocupados. En la falsa creencia de que esto no es un problema nada se hace por cambiar la situación. Por eso en un día como hoy, Blog Action Day 2010, quiero recordar que Dinamarca también debe cambiar su visión sobre el agua. Esto no es solo un asunto de los países pobres en zonas cálidas. El agua es esencial para los humanos, también en Dinamarca.

Blog Action Day 2010 - Agua

Este año por segunda vez participo en el Blog Action Day. El año pasado el tema a tratar era el cambio climático. Este año es el agua. La intención, hacer que hoy, 15 de octubre del 2010, el tema más hablado en Internet sea este y con ello afectar las conciencias y especialmente las políticas. A todos los que me leéis que tenéis un blog, os animo a uniros y participar. Para registraros en la campaña global podéis ir aquí. Si por el contrario preferís registraros en la versión solo en español, es en esta otra web. En cuanto a mi entrada sobre el agua, aparecerá hoy a lo largo del día. Stay tuned!

Blog Action Day 2010: Agua Vídeo en español de Actuable.


Blog Action Day 2010: Water Vídeo original en inglés de Blog Action Day.

Comunicación con protección

Viviendo lejos de muchos de mis amigos es habitual que nos comuniquemos de algún modo mientras estamos separados. Cuando vine a Dinamarca nos escribíamos cartas y postales, pero eso ya parece que pertenece a otra época en la que todo era más complicado. Ahora tenemos Internet y eso ha supuesto un verdadero cambio. Ahora no solo nos escribimos emails, también tenemos nuevos métodos como Skype o Facebook para mantenernos en contacto. Y eso hace que nos sintamos mucho más cerca. 

Estas nuevas formas de contacto hacen sin embargo que me dé cuenta de algo de lo que no me hubiera percatado antes. Con cada persona hay una forma de tener contacto cuando no estamos cerca. Muchas veces las diferencias no tienen explicación clara, o al menos no para mí. A veces incluso al pensarlo es extraño que sea así. Por ejemplo, con algunos de mis amigos en Skype chateo pero nunca hablo. Con otros casi siempre hablo. Con algunos sé que en cuanto nos vemos vamos a saludarnos, con otros parece que hay que tener cita concertada. Con algunos es mejor hablar en el chat de Facebook y otros solo quieren hablar en el chat de Messenger o Skype. Y luego están los que creen que el único contacto deseable o posible es por email. Y desde luego pocos son los que quieren hacer algo como una videoconferencia, aunque tengamos los medios para ellos.

Analizando todo esto me parece que de algún modo los humanos necesitamos una especie de barrera o muro tras el que protegernos. Utilizar la voz es más directo que escribirse. Utilizar una cámara con imágenes es más directo que hablar. Así parece que uno se siente más protegido solo escribiendo o solo hablando. Pero lo que me sorprende es que esto que estoy contando pasa con mis amigos de verdad, con los que tengo conversaciones super íntimas y con los que me siento muy cerca y sé que ellos también se sienten muy cerca de mí. ¿Entonces? Aparentemente aun así nos hacen falta las barreras de protección. Lo más interesante de todo es que he notado que cuando hablamos de cosas muy personales y comprometidas, especialmente sexo, entonces es cuando usamos más el chat aunque habitualmente hablemos. ¿Tal vez es una forma de tener sexo seguro? :-D

La sexualidad por delante de la nacionalidad

Llevo ya muchos años en Dinamarca y hasta ahora no había encontrado un grupo de daneses con los que pudiera sentirme una persona más y no "la extranjera". Con gente con la que he tenido en común el trabajo, los estudios, mis intereses, las cosas que hago en mis ratos de ocio... incluso con casi todos los miembros de mi familia danesa o con los daneses que hablan español, siempre he sentido de no terminaba de ser una parte del grupo porque no soy de aquí.  Sin embargo ahora de repente he descubierto que hay un grupo de daneses para los que hay algo más esencial en sus vidas que su nacionalidad: la orientación sexual o la identidad de género. En el modo de tratarme los daneses LGBT me aceptan como una persona más del grupo, tenemos algo en común que está por encima del lugar donde he nacido. Y no es porque no noten que soy extranjera. Pero por una vez parece que eso es menos importante. ¡Tendría que haberlo supuesto antes!

Esto sí va sobre ti

Estoy descubriendo un detalle notable de ser poliamorosa y tener historias diferentes con distintas personas en una misma época al tener este blog en el que escribo sobre mis relaciones. Como cuando escribo a menudo no especifico el nombre, y cuando lo hago es en clave, estoy viendo que varias personas (y no sorprendentemente las menos apropiadas) creen que lo que escribo va sobre ellas. ¡Cada una de las cosas que digo! En algunos casos el error de interpretación por su parte tiene consecuencias. Por ejemplo puedo recibir un email o un comentario en respuesta a algo que he escrito pensando clarísimamente en otra persona. Para mí no hay ninguna duda. Lo que escribo va sobre tal o cual momento o tal o cual sentimiento con una determinada persona. Y para la persona implicada tampoco hay duda, sabe perfectamente a qué me refiero. Sin embargo, luego están esas otras que sin estar implicadas de ningún modo y sin conocer sobre mis historias, con una buena dosis de egocentrismo, creen que todo trata sobre ellas, aunque haya cosas en lo que digo que aparentemente no tengan un sentido muy claro o que no casen con lo que ha sucedido en nuestra relación. Lo sorprendente es que incluso sabiendo que soy poli, que tengo una tendencia a tener varios asuntos en marcha al mismo tiempo, alguna gente insista en creer que todo lo que digo trata sobre la relación que han tenido conmigo. 

¿Desde cuándo ha estado mi corazón y mi vida solo centrado en una persona? ¿Cómo voy a escribir solo sobre ti si ni siquiera suelo pensar en ti? ¿Cómo va a tratar todo lo que digo sobre ti cuando no te veo y no hablamos? ¿Cómo vas a ser tú la protagonista de mis escritos, de mis sueños y de mis esperanzas cuando ya no me interesas? ¿Cuando ni siquiera me interesaste especialmente en su momento? Despierta de una vez y deja de crearte la realidad que tú quieres tener. En mi mente hay muchas otras personas y mis sentimientos son mucho más sanos, intensos y reales por otra gente. No te esfuerces tanto en ser el centro de mi vida. ¡Ni lo eres ni lo has sido en ningún momento! Y esto te lo digo no con orgullo sino con toda la sinceridad del mundo. Si de verdad me conoces deberías saber que no es teatro, que igual que digo lo que siento, digo lo que no siento. Yo, a diferencia de ti, no miento... tampoco a mí misma.

¿Pero con qué?

OK, confirmado, no te resulta fácil acercarte a mí o hablar conmigo a no ser que seas tú la que lo buscas. Si ves que estoy cuando no lo esperas, te vas. Si me hablas y te contesto algo que supone una conversación, aunque sea mínima, también huyes y ese día te mantienes invisible. Es decir, te estresas o te estreso. ¿Pero con qué? De verdad que no lo entiendo y me deja a cuadros. Apenas tenemos contacto y desde luego que en general es siempre cuando tú lo buscas, yo te dejo a ti hacer y deshacer. ¿Entonces? Me desconciertas.

La importancia de salir del armario

Aprovechando que hoy se celebra el Día Internacional de Salir del Armario (aunque en el Reino Unido sea mañana y en España parece que algunos como Arcópoli lo celebran pasado mañana), quiero escribir sobre el tema.

Salir del armario es para mí algo esencial. Es la única forma de hacer que la sociedad comprenda que no somos solo cuatro gatos y que no todos somos de tal o cual forma estereotípica que se identifica con pertenecer al ambiente LGBT. 

Salir del armario es un acto político en la vida de cada persona. Con ello afectamos a los demás. Con ello cambiamos las cosas y participamos en la lucha por nuestros derechos. Con ello nos hacemos visibles y contribuimos a mostrar la diversidad no aparente para los demás.

Salir del armario es asimismo un acto personal en la vida política de cada persona. Con ello nos abrimos a los que conocemos y a las personas con las que interactuamos. Con ello nos acercamos a nuestros amigos, a nuestras familias, a nuestros compañeros de trabajo, a nuestros vecinos. Fuera del armario vivimos nuestra vida exactamente igual de libremente que los que no pertenecen a la minoría.

Salir del armario es algo necesario en muchos campos, especialmente en aquellos en los que las diferencias no se pueden ver a simple vista. Pertenecer a una minoría supone con frecuencia ser objeto de discriminación. Si el motivo por el que perteneces a la minoría no es visible y eliges vivir en el armario para no sufrir esa discriminación, estás constribuyendo tú a ser parte de la sociedad que discrimina. Solo estando fuera de forma activa puedes luchar contra la discrimnación, nunca escondiéndote.

Salir del armario no es solo algo que se sirve a los homosexuales. Muchas otras personas viven en el armario por sus diferencias. Hay muchos menos bisexuales y personas que se cuestionan su identidad de género que viven fuera del armario. Pero no se trata solo de las cuestiones LGBT. También tiene que salir del armario la gente que duda sobre la validez de los modelos de vida que incluyen matrimonio, familia nuclear, monogamia, sexualidades alternativas como BDSM, etc. De hecho, incluso con otras cuestiones menos comprometidas se puede (y yo diría que se debe) salir del armario, como ser ateo, vegetariano, comunista, discapacitado, miembro de una determinada etnia, enfermo psíquico o lo que sea. 

Así que aprovechando el día voy a escribirlo una vez más. Salgamos todos del armario. La sociedad necesita ver nuestra diversidad. Solo así conseguiremos respeto.

Los bajos no salimos en las fotos

Estuve en un seminario sobre networking la semana pasada. Ahora han colgado las fotos en Internet y me tengo que reír al ver que no salgo en ni una de las 50 fotos. El motivo: la altura. Como hay mucha gente y casi todos en este país son más altos que yo, aunque estoy, me tapan y así parece que no he asistido al evento. Como me dice K, al hacer las fotos alguien debería recordar que los bajos también existimos. Aunque eso sí, en realidad yo casi me alegro, no me apetece mucho que mis fotos estén por todas partes sin mi consentimiento. Y de esta forma desde luego soy experta sin pretenderlo en mantener mi anonimato :-D

Mi resultado de los Premios 20 Blogs 2010

Este año también he participado en los Premios 20 Blogs y acaban de salir los resultados. Como el año pasado no me gustó mucho el sistema con el que vi que funcionaba, esta vez he cambiado mi forma de actuar. Quería ver qué pasaba si no haces promoción de ningún tipo, si sencillamente te inscribes y dejas que la gente te vote sin participar de ningún modo ni hacer publicidad en el blog. Y ya tengo la respuesta. He quedado en el puesto 33 de un total de 64 en la categoría "Blogueros por el mundo" con 7 votos, cosa que no está nada mal sobre todo si consideramos que este blog cada vez en su temática pertenece menos a esa categoría. Comparado con el año pasado he recibido 2 votos directos más. Muchas gracias a todos los que me habéis votado y dejado comentarios :-)

Sentirse especial incluso siendo poliamoroso

En el mundo monógamo las relaciones están construidas de tal modo que hacen que las personas en ellas se sientan especiales y únicas. Parece que para esas dos personas no existe nadie más o desde luego no en un nivel de cercanía tan alto. Así se tiene compromiso, sexo y amor al menos en apariencia solo con la persona con la que se está. Al resto del mundo se le anuncia que esa relación existe y es especial.

Esta sensación de ser único y especial es algo vital y esencial en las relaciones, creo yo. Pero no necesariamente tiene que ser algo monógamo. Para mí las personas a las que amo, por las que siento atracción, a las que me estoy acercando son igual de únicas y especiales que para las personas que viven en relaciones monógamas. De hecho, creo que en cierto modo lo son mucho más, ya que lo único y especial no se basa en la exclusividad y en la posesión, sino que se basa en los sentimientos, la comunicación, la confianza y la unión.

Entonces en la práctica cuando alguien te gusta, cuando te sientes atraída por esa persona, cuando te estás acercando emocionalmente, para que la cosa funcione y siga avanzado creo que es indispensable sentirte especial. Pero esto no se trata de tener celos o de desear ser el centro del universo para esa persona, no se trata de no querer que tenga otros intereses o incluso, si uno ve las relaciones como yo de forma poliamorosa, tampoco de que no tenga otra gente que sea especial o con la que quiere estar o por la que siente algo intenso. Se trata SOLO de la relación contigo. De que tú necesitas ver que de algún modo esa persona no te considera una más del montón. Que la relación que tiene contigo es única, aunque tenga otras relaciones únicas cada una de su modo en otros sitios con tantas personas como desee. Si sientes que esa persona aprecia tu individualidad, siente algo por ti que solo tiene que ver contigo, te trata de un modo que te hace ver que sus sentimientos por ti son únicos, se relaciona contigo de forma diferenciada, se comunica contigo en otro nivel que lo hace con la mayoría, etc., entonces sientes que vuestro lazo de unión va creciendo y te es indiferente cómo sea el lazo de unión con la otra gente. Es más, para los verdaderos poliamorosos, no solo no te molesta que haya otra gente, sino que además te alegra por la persona que te gusta que tenga otra gente con la que se siente bien.

Resumiendo, la clave está en sentirse importante, especial y única para la persona con la que deseas tener algo, no en ser la única relación ni tampoco la única relación importante y especial que esa persona tiene.

El test de manchas y lo que el psicólogo espera oír

Haciendo de intérprete en la consulta de un psicólogo la paciente tuvo que realizar el famoso Test de Rorschach, ese de las manchas en las que la persona tiene que contar lo que ve y de ello el psicólogo tiene que extraer conclusiones que le lleven a determinar la personalidad del paciente. Como intérprete y persona que no está directamente implicada en el asunto es muy interesante observar cómo un test así es realizado... sobre todo para concluir lo poco que objetivo y por tanto inútil que es. En mi opinión la psicóloga ya tenía ideas preconcebidas de lo que iba a escuchar porque ya tenía una opinión formada sobre la personalidad de la paciente. Eso, por supuesto, se veía reflejado en la conversación. De hecho creo que hasta ella dirigía a la paciente a las respuestas que esperaba en lugar de dejar que fuera la paciente la que encontrara sus propias explicaciones. 

Después de esto yo, que también he pasado en algún momento de mi vida por esa prueba, me pregunto sinceramente para qué y si las conclusiones que tomaron, que también desconozco, mostraban más sobre mí o sobre los psicólogos que me estaban escuchando.

Me faltan canciones que expresen lo que siento

En este torbellino emocional en el que me he sentido últimamente he estado buscando canciones que expresen el modo en el que me siento y curiosamente no he encontrado casi ninguna. O soy rara o aparentemente no estoy buscando bien.

Parece que siempre hay una canción con la que identificarse para cada situación de tu vida. Hay miles de canciones sobre amor, desamor, celos, rupturas, etc. Pero aparentemente no una canción que exprese la furia y el hastío que siento cuando pienso en todos estos años en los que has jugado con mis sentimientos.

Conclusiones de los Primeros Encuentros de Bisexualidad "Creando Precedente"

Hoy un artículo sobre bisexualidad no escrito por mí, sacado de la web de Arcópoli, que creo que todos los seguidores de mi blog debéis leer:

CONCLUSIONES DE LOS PRIMEROS ENCUENTROS DE BISEXUALIDAD “CREANDO PRECEDENTE”.

Conscientes de la importancia del debate como método para buscar la verdad y construir un discurso propio que nos defina y sepa representarnos, decididas y decididos a impulsar ese discurso como herramienta fundamental para el trabajo en común y la defensa de nuestros derechos, activistas de diferentes lugares del mapa, en la ciudad de Getafe los días 24, 25 y 26 de septiembre, declaramos:

1- Que la bisexualidad es el potencial de sentir atracción romántica, afectiva y/o sexual por personas de más de un género o sexo, no necesariamente en el mismo momento, de la misma manera ni al mismo nivel.

2- Que la bisexualidad forma parte de la diversidad afectivo-sexual y de la historia natural del ser humano, al igual que el resto de variantes de orientación sexual.

3- Que las personas bisexuales lo somos y así lo manifestamos, aunque parte de la sociedad tenga dificultades para entenderlo por su carácter binarista y reduccionista a dos opciones.

4- Que las mujeres bisexuales sufrimos triple discriminación: por ser mujeres, por ser mujeres que podemos mantener relaciones afectivas/sexuales con mujeres y por ser bisexuales.

5- Que los hombres bisexuales sufrimos doble discriminación: por ser hombres que podemos mantener relaciones afectivas/sexuales con hombres y por ser bisexuales. Subrayamos la invisibilidad mediática que se hace de esta realidad.

6- Que las personas transexuales y transgénero bisexuales sufrimos las consecuencias de la transfobia y la bifobia, íntimamente relacionadas.

7- Que deseamos acabar con la bifobia institucionalizada, estructural y sociológica que abunda en nuestras sociedades, a través de mecanismos como la visibilización de nuestra realidad y la lucha pública.

8- Que nuestro propósito de conseguir esa visibilidad debe ser solventado mediante la búsqueda de referentes sociales y mediáticos públicos que contribuyan a la dignificación, especialmente en las y los bisexuales adolescentes, aunque el primer referente fundamental hemos de ser nosotras y nosotros.

9- La necesidad de tener espacios propios inclusivos e incluyentes que permita la construcción de un discurso con el que manifestarnos en sociedad, sin olvidar, en tanto defensores y defensoras de la libertad sexual, la colaboración permanente con las organizaciones de otras realidades afectivo-sexuales, ya que la unión hace la fuerza, y nuestra lucha es global e inconformista.

10- Que necesitamos continuar construyendo un discurso a través de la discusión, elaboración y difusión de un argumentario propio, para el que es necesario seguir encontrándonos en foros como éste.

11- Que queremos comenzar un movimiento bisexual renovado, dejando de lado posturas victimistas. Estas jornadas representan un punto de inflexión en cuanto a nuestra visibilidad, y ahora debemos ir más allá. Es nuestra responsabilidad ser referentes dentro del activismo, dando testimonio dentro de los colectivos lgtb.

12- Que consideramos la educación como una de las herramientas fundamentales: educación al alumnado, profesores, instituciones y sociedad. También somos conscientes de que debemos educar en el entorno lgtb. Por ello, nos responsabilizamos de comunicar nuestras realidades, nuestras ideas y nuestra lucha.

13- Que consideramos fundamental la implicación positiva y el apoyo de la familia en la realidad de las personas bisexuales, en especial de los más jóvenes.

14- Que nos gustaría establecer más sinergias con el resto de compañeros, lesbianas, gays y transexuales. Tenemos que sumar esfuerzos y, para ello, son fundamentales acciones transversales, puesto que compartimos muchos problemas que requieren de nuestro trabajo y visión conjunta.

Contra la pared

No sé si conocéis a Fatih Akin, un director alemán de segunda generación descendiente de turcos, que hace unas películas en mi opinión impresionantes. Acabo de volver a ver Contra la pared (Gegen die Wand) del 2004 y quiero aprovechar que ayer hablé de ella para recomendárosla.

¿Por qué? Hay tantos aspectos que pertenecen a la esfera de mis intereses y que están tratados rompiendo los clichés y los esquemas de lo que uno espera: 

• El ser inmigrante de primera generación y ser descendiente de inmigrantes y la relación entre ambos grupos y de estos con el resto de la sociedad, tanto del país de origen como del país de destino. 
• El provenir en particular de Turquía, con esa mezcla de ser europeo y musulmán, además de la gran mayoría dentro de la minoría de ser inmigrante. 
• El ser mujer especialmente de una cultura como la turca.
• La vida sexual de personas pertenecientes a grupos considerados como tradicionales por el resto de la sociedad.
• Las relaciones de pareja y de amistad de forma alternativa.
• La relaciones familiares disfuncionales.
• La salud psíquica y las formas de reaccionar.
• La violencia masculina ejercida sobre las mujeres.
• La pertenencia a la clase baja alemana.

Eso sí, la película es muy fuerte, dura y deja una sensación no precisamente agradable. Pero para los que no tengáis nada en contra de eso, desde luego es para mí una obra maestra.

Una confusión mental

Aprovechando que es domingo, hoy una entrada menos seria: una de esas personas que me resultan atractivas que quiero mostrar en mi blog. Se trata de Sibel Kekilli, una alemana descendiente de turcos que conocí en la película Contra la pared. Cuando la vi la primera vez en el 2004 tenía una buena amiga por la que no había sentido nunca atracción. Es decir, una de esas amigas que no son potencialmente otra cosa porque no hay ninguna química sexual. En cuanto Sibel apareció en la pantalla pensé que la actriz se parecía a mi amiga, como una versión turca y glamourosa de ella. A lo largo de la historia me fui emocionando con su personaje y también con ella. ¡Me resultaba muy atractiva! Cuando se cortó el pelo me quedé completamente impresionada. ¡Estaba preciosa! Y al mismo tiempo se parecía tanto a mi amiga... Salí del cine hablando con K sobre eso en lugar sobre la pedazo de historia de la película, comentando que no entendía cómo era posible que alguien que se parecía tanto a mi amiga me resultara tan atractiva cuando mi amiga no me atraía para nada. Una confusión mental.

Con el tiempo este asunto tiene su ironía. La actriz por lo general no me resulta tan impresionante, aunque en Contra la pared me sigue dejando sin aliento, especialmente con el pelo corto. En cuanto a mi amiga, después de muchos años sin ningún tipo de atracción sexual, debido a que en algún momento se le cruzaron los cables e insistió en querer tener sexo conmigo, llegué a verla de otra forma y a sentir esa atracción que no estaba allí antes. Aunque también se fue igual de rápido después de toda la historia. Lo más interesante es que pensándolo de forma objetiva sigue sin parecerme que me sienta atraída por ella. Y me resulta marciano haberla visto con otros ojos. Es decir, que aparentemente tengo la misma confusión mental que cuando sali de ver la película con Sibel.

Aquí os dejo unas fotos:

En esta foto está verdaderamente impresionante:

Aquí es donde más se parece a mi amiga:

Camaleón disfuncional

Desde siempre he tenido la sensación de no adaptarme bien a los ambientes en los que me muevo. Pero en la última época definitivamente me estoy dando cuenta de que lo que me describe mejor a mí es un camaleón disfuncional que ha nacido con los genes mutados y al acercarse a un ambiente, en lugar de mezclarse en él y pasar desapercibido, sus características más diferentes salen a la superficie y por ello acaba destacando de forma brutal contra el fondo en el que está. Soy todo lo contrario a Zelig, el protagonista de ese "documental" de Woody Allen. Y no porque lo busque, sino porque sencillamente sucede así. ¿Encontraré alguna vez un ambiente en el que pueda esconderme y ser como la mayoría? A veces de verdad que lo necesito.

¡Sexo, sexo!

Alguien que solo me conoce a través de mi blog y Facebook ha contestado sobre mí en una de esas preguntas que hacen las aplicaciones sobre los contactos que tienes en tu red:

       - Si Lille Skvat fuera músico, ¿cuál sería el nombre de su primer álbum?

       - Yo dije: Blogando voy blogando vengo..., ¡sexo, sexo!

La respuesta me hace reflexionar, además de reír a carcajadas. Aparentemente si no se me conoce más que por lo que escribo, doy una imagen muy clara de persona muy interesada en el sexo, o tal vez incluso obsesionada con el tema. Yo tengo cuatro comentarios a eso. 

El primero es que no me considero especialmente sexual. Es decir, no más que la media. Me gusta el sexo, claro que sí, por eso me defino como persona sexual y no asexual. Pero no creo que solo piense en sexo. Muy lejos de eso. Pienso en tantas cosas que nada tienen que ver con sexo como cualquiera... o incluso más, según con quién me compare. De hecho, en algunas épocas hasta he llegado a sentirme bastante cerca de ser asexual. Y sin embargo aparentemente la imagen que la gente obtiene al leerme es muy sexual.

El segundo es que supongo que la imagen que tengo proviene del hecho de que hablo de forma tan clara y tan abierta sobre sexualidad. Muestro mi interés en ese tema, igual que muestro mi interés en otros temas menos cargados de puritanismo o tabúes sociales. Hablo de Dinamarca y nadie se sorprende. Hablo de derechos humanos y es aceptable. Sin embargo hablo de sexo y resulta un factor clave y definitorio de mi personalidad. Curioso, ¿no? Especialmente si tenemos en cuenta que si uno mira en las etiquetas de mi blog, solo hay 76 entradas de 1122 que he catalogado como pertenecientes a la categoría "sexo".

El tercero es una constatación. Si yo resulto tan sexual porque hablo de sexo y no me considero más obsesionada con el sexo que la media de la población, debo entonces deducir que la gente habla muy poco sobre sexo aunque piensa bastante más en ello. Y a juzgar por los comentarios que recibo, esto es especialmente así con las mujeres.

El cuarto y último por hoy es una duda. Me pregunto si la gente que me conoce fuera de Internet también tiene la misma imagen de mí, como alguien completamente obsesionada con el sexo. Sé que en algunos grupos y ambientes es cierto que me ven así, sobre todo cuando hablo de mi vida poliamorosa o de mi identidad de género y orientación sexual. Pero mis amigos de verdad y la gente cercana, ¿pensarán también que vivo obsesionada con el sexo como parece pensar el resto de la gente que me conoce de forma más superficial?