Desde el principio he tenido la intención clara de que este blog y mi identidad como persona fuera del ordenador fueran dos cosas independientes y que no se pudieran relacionar. Motivos para ello hay muchos:
- Desasociar la idea de blog personal a una persona. (Activismo bloguero).
- Hacer de este blog una herramienta de activismo en la que, mezclando mi vida personal, muestro las múltiples facetas, y no solo un tema de interés, que tiene una persona activista. (Activismo sobre la multiplicidad y fluidez de las identidades).
- Por tanto hablar sin tapujos de mi vida personal y la gente que me conoce fuera del ordenador también. (Búsqueda de mostrar sinceridad en su extremo).
- Evitar las locuras de los troles que no conozco y que creen que por leer algo en mi blog sobre mí o mis ideas tienen derecho a agredirme verbalmente, con lo que imagino que físicamente también sería posible. (Precaución).
- Evitar los avances sexuales de gente que cree que porque escribo como escribo en mi blog tiene derecho a ser agresiva sexualmente. (Más precaución).
- Tener dos identidades, y que sea la que vive bajo el seudónimo la que es propietaria de este blog y no yo como persona. (Activismo sobre los derechos de autoría).
- No tener un único nombre asociado a mi persona. (Activismo lingüístico desuniendo los significantes de los significados).
- No asociar mi activismo físico con mi activismo cibernético. (Libertad).
Sin embargo, esta intención originaria, que al principio funcionaba perfectamente, cada día me es menos posible por circunstancias que no puedo controlar. Si bien es cierto que yo a veces doy demasiados datos que hacen que alguna gente que me conoce fuera del ordenador y también lee mi blog pueda identificarme (me ha sucedido varias veces), por lo general la causa es otra: una persona que lo sabe se lo dice a otra. Así, aunque yo de mi boca solo se lo he contado o confirmado a unos cuantos amigos, ahora sé que de algunas de esas bocas la noticia se ha expandido enormemente. Es una cadena que es imposible controlar.
Aunque en realidad supongo que no tiene tanta importancia (o eso espero si no se vuelve peligroso, porque a veces llega a agobiarme, recibo muchos emails muy agresivos), me gustaría poder tener yo las riendas de lo que decido o no decido hacer con mi vida, y que la gente respetara esas opciones y decisiones que me corresponden a mí tomar.
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