En este país a diferencia de España es muy habitual mudarse de casa a menudo. Para empezar los jóvenes no viven con sus padres hasta que se casan o se van a vivir con sus parejas. La mayoría se muda a los 18 ó 19 años a una habitación alquilada o a un apartamentito. Después según van teniendo parejas se van mudando de un sitio a otro, y si estudian en la universidad se mudan a un colegio mayor. Muchos adultos por su parte en vez de comprar una casa, la alquilan. Por eso no es extraño que un danés viviendo en Copenhague haya tenido en los últimos años varias direcciones.
Pues esta vez le toca el turno de mudarse a la hermana mayor de K, CH. Como la casa a la que se muda es más pequeña tiene que deshacerse de muchas cosas, y por eso nos ha invitado a toda la familia a que vayamos a ver si hay algo que queremos de lo que va tirar. La visita es lo que me lleva a esta reflexión: ¡hay que ver la de cosas que acumulamos con los años! Yo pensaba que solo era yo que tenía una especie de coleccionista atrapada dentro de mí, pero no. Parece que es habitual que todo el mundo almacene de todo y que, llegada la hora de mudarse, haya cajas y cajas llenas de cosas que no se utilizan nunca. Y eso también los daneses que como digo se mudan constantemente.
Hablando con el novio de la hermana, que es un refugiado iraní, comentaba que a él no le cuesta nada deshacerse de todo porque ha tenido que hacerlo siete veces a lo largo de su vida para empezar en un nuevo país. Y en cierto modo es lógico. Yo tengo un montón de cosas todavía en Madrid aunque vivo en Copenhague, así que en realidad no las utilizó... pero soy incapaz de deshacerme de ellas. ¿Será normal?
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