Hoy España está de fiesta. Un puñado de hombres metieron un balón en la portería del equipo contrario y eso aparentemente une a un país. No solo lo une, lo paraliza. ¡Y le da esperanza, dicen! Ahora en este momento de crisis va a ayudar a España... Todos felices, hoy ya no importan los problemas. Hoy los que hemos nacido en España nos podemos sentir orgullos porque esos hombres saben darle patadas al balón.
Sé que esta entrada va a ser muy poco popular. Sé que resulto rara cuando hablo así. No solo rara, también desagradable y poco solidaria, pero tengo que decirlo. Sí, España ganó, ¿y qué? De verdad, ¿a mí qué más me da? ¿Tiene más importancia porque esos jugadores han nacido en el mismo país que yo? ¿Tengo que sentirme identificada porque llevan unos colores de una bandera que no creo que me represente? ¿Tengo que alegrarme por el hecho de que el mundo gaste millones en celebrar el nacionalismo? ¿Tengo que darle más importancia a esa victoria porque es en fútbol que a la derrota en tiro al arco o la publicación de la última novela en español de México o el estreno de la última película griega? ¿Tengo que sentirme más identificada con la victoria en un deporte tan claramente asociado al mundo masculino? ¿Tengo que gritar consignas nacionalistas para mostrar mi alegría por algo que en nada afecta a mi vida ni me interesa? ¿Tengo que sentirme por encima de los holandeses, los alemanes, los argentinos y demás porque ellos no supieron meter tantas pelotas entre dos palos, o que los sudaneses, que ni siquiera jugaron? ¿Tengo que ignorar el hecho de que el mundial que tantas emociones da a los poderosos y ricos del mundo se celebrara en una ciudad con tantísimos problemas y pobreza? ¿Tengo que hacer que no veo que en la foto solo hay hombres y que en el estadio casi solo había blancos incluso estando en un país africano?
Sencillamente, no lo entiendo. Sí, esos jugadores tienen algo que celebrar. Han ganado ellos. Yo, sin embargo, no tengo nada que celebrar. No va conmigo. No me identifico y no quiero hacerlo. El fútbol me es indiferente. Pero el nacionalismo me repele. Tanto el de otros países como el del lugar en donde nací.
No lo podría haber expresado mejor, Lille.
ResponderEliminarAunque no lo creas, hay más gente que siente lo mismo que tú: indiferencia ante tal hecho. Por lo menos, lo has expresado. ;)
ResponderEliminarPues yo estoy feliz ! Feliz por que ahora y de una puñetera vez podemos gritar que estamos orgullosos de ser españoles sin que te tachen de facha o alguna otra cosa rara. Yo soy española y me siento feliz por que gane España. Quizas no puedas sentir lo mismo por que no has respirado lo que se vive aqui.
ResponderEliminarOrgullosa de ser Española !!!
Un abrazo ( y alegrate de lo que sea , lo importante es alegrarte )
Maria
Lille, ultimamente estas tocando temas cercanos a mi. A mi me han llamado ya algunas cosas (no guapo precisamente) por plantear muchas de las cuestiones estas.
ResponderEliminarNo eres la unica en pensar de esta forma! Yo respeto la alegría del que quiera alegrarse, pero parece que es obligatorio alegrarse, y si no eres un ser antisocial, antipatriotico, enemigo del pueblo...
En fin!
Yo me alegré de que ganaran, pero no creo que ganar un Mundial, o cualquier otro campeonato sea motivo único y exclusivamente para estar orgulloso de ser español, cosa que yo nunca hago por que soy ciudadana del mundo y tengo pasaporte español pero me identifico claramente con otros paises y/o culturas que con la mia propia.
ResponderEliminarSi es cierto que siendo el deporte nacional pareciera que uno se tenía que alegrar si o si, y yo creo que más bien todo lo contrario.
Yo soy aficionada al fútbol y me alegré por que el equipo al que le iba ganó, no por que fueran españoles o daneses.
Tienes razón en algunas cosas, pero si te soy sincera me ha parecido atisbar cierta demagogia en algunos puntos, pero por supuesto es tu criterio y lo respeto.
P.d No lloré cuando ganarón, simplemente me alegré.