Aunque estoy ya en la mitad de la treintena jamás en mi vida he conocido a una persona heterosexual. NUNCA. Es curioso, pero sobre todo es extremadamente interesante si tenemos en cuenta que este planeta en el que vivimos es homófobo en todos los lugares y en todas sus sociedades. Sin embargo, yo por más que me esfuerzo en encontrar un ejemplo de una persona que haya conocido de la que pueda decir que es heterosexual no soy capaz de encontrarlo.
Por supuesto que he conocido mucha más gente que se define a sí misma como heterosexual que homosexual (por no mencionar a los pocos que vamos diciendo que somos bisexuales, transexuales, intersexuales, pansexuales, queer o lo que sea). Sin embargo, cuando he conocido a alguien lo suficiente como para saber sobre este tema en profundidad, jamás he encontrado a nadie que aunque afirme ser heterosexual no haya tenido sentimientos e incluso aventuras de claro corte homosexual. De hecho, en mi propia historia personal todas las personas de mi género con las que he tenido aventuras o semiaventuras han empezado definiéndose y comportándose como heterosexuales. Y lo que es peor todavía, a menudo diciendo y haciendo cosas muy homofóbicas. Y aun así, llegado el momento todas esas mujeres han deseado tener y hacer algo que claramente no es heterosexual con una mujer: yo.
Por supuesto, mi propio caso con las mujeres que han pasado por mi vida no se debería poder extrapolar. Tal vez es casualidad. Pero el asunto es que también entre mis amigos y amigas, aquellos con los que no he tenido sexo pero sobre los que conozco sus vidas, veo lo mismo. Todos y todas han sentido algo que yo calificaría como atracción o enamoramiento por alguien de su propio género. Todos y todas han hecho cosas que el más purista de los heteros consideraría homosexuales.
Supongo que alguno me vendrá con la crítica de que la gente que yo conozco sabe cómo soy y por eso solo se acerca a mí la gente que también entiende. PERO ese argumento falla en que la gente que he conocido en otra época en la que yo no conocía mi propia orientación sexual o en la que no estaba fuera del armario en todos los ámbitos también me ha demostrado lo mismo. Y analizando a las personas heterosexuales que conocen mis amigos y conocidos también supuestamente heterosexuales, siempre encontramos una indicación de algo no heterosexual.
Yo desde luego estoy casi convencida de que la heterosexualidad pura no existe. Existe la identidad de heterosexual, pero eso es algo muy diferente que poco dice del comportamiento y sentimientos de una persona, y mucho de su propia visión del mundo.
Hace 2 dias escribi un comentario acerca de tu entrada donde decias que te veias obligada a "etiquetar" las cosas que has vivido, puntualizaba que me parecía extraño que siendo tu quien mas rechazas las "etiquetas" que ponen el resto del mundo hacia tu modo de vida, precisamente estes etiquetandote tu misma. Hoy creo que también quieres matizar las distinciones. Creo que en el fondo tu misma admites que las distinciones y diferencias existen.
ResponderEliminarQue parte del resto del mundo vea tu etiqueta diferente no significa que la etiqueta sea equivocada, simplemente es diferente. Allá cada cual como la vea y la quiera respetar.
Espero que este comentario si entre!!
Pues no sé que decirte, yo mismo me defino como homosexual y no recuerdo nunca haber sentido atracción hacia el otro sexo, ni siquiera con un ejercicio de introspección, en serio. Por eso creo que puede haber heteros que nunca hayan sentido nada hacia el mismo sexo, al menos de manera consciente, lo mismo que me ha ocurrido a mi. Creo que todos tenemos potencial para ser bisexuales pero luego ese potencial está más o menos dormido según la persona. Felicidades por el blog, por cierto, me gustan muchos tus reflexiones.
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