Me parece a mí que en este mundo la gente que se va comportando de forma bárbara y maltratando el corazón de los demás sabe bien lo que está haciendo. Me lo parece porque hasta ahora en mi vida me ha pasado que con las personas que se han comportado así con una claridad increíble, a la hora de hablar de lo sucedido tienen un interés muy grande en establecer que "la culpa es de ambas partes". Yo en eso veo que se quieren limpiar la conciencia de la mierda que han ido haciendo. Y también su reputación. Aparentemente ni a los malvados les gusta tener reputación de malvado...
Cuando mi ex me dejó hace muchos años y se comportó como una verdadera salvaje, robándome lo que tenía, abandonándome en las peores circunstancias, mintiéndome y engañándome, lo hizo publicando a los cuatro vientos que "ambas habíamos dejado la relación". Pues no. Fue ella quien dejó la relación por mucho que al mundo y a mí me intentara convencer de que había sido una decisión común. No le veo yo la parte común al decir "te dejo".
Cuando ahora tú quedas para decirme que no quieres volver a hablar conmigo ni a verme, lo haces diciendo que "nos hemos tratado muy mal las dos" y que por eso mejor no seguir. ¿Las dos? Espera que piense... Yo ni te he mentido, ni te he engañado, ni te he tratado de forma homófoba, ni te he mareado con mis cambios de actitud, ni te he tratado desde lo alto, ni me he creído con poder en nuestra relación, ni te he humillado, ni te he dejado sola cuando estabas mal, ni te he dejado de hablar a ti aunque tú me hayas hecho todo eso a mí. ¿Y hemos sido las dos las que nos hemos tratado mal? Más bien me parece a mí que tú me has tratado como aparentemente tratas a los que son tus parejas y no tus amigos, es decir, con desdén, y yo a cambio lo que he hecho ha sido no hacer un tabú de lo que siento por ti y lo que espero de ti, tanto como mujer como amiga. En un momento muy difícil de mi vida en muchos aspectos me has dado de lado solo porque yo he estado allí en tus momentos difíciles y "me he acercado demasiado" porque tú has venido a buscar apoyo entre mis brazos cuando has estado mal. No te equivoques, pues. Lo que ha pasado no es culpa de ambas. Es culpa tuya por no saber afrontar ni tus sentimientos ni tus actuaciones.