Decía una mujer española preciosa a la que conocí hace unas semanas que le parecía una pregunta completamente fuera de lugar y muy danesa que alguien le dijera "¿te puedo besar?". Para ella era aparentemente un cortarrollos y además algo que no puede identificar con el ambiente queer en el que se mueve en España.
He estado dándole vueltas y en realidad a mí no me parece una mala pregunta. Al contrario. Por supuesto que no siempre es necesaria. Pero en realidad estaría genial poder ser más libres para ir preguntando esas cosas y acostumbrarnos a recibir síes y noes como respuesta sin que ello signifique el fin del mundo. ¡Anda que no hay gente a la que yo he deseado besar y no lo he hecho! Mismamente a esta mujer. Tal vez si fuera más habitual hablar y mostrar estos deseos y al mismo tiempo no dar por hecho que la otra persona tiene los mismos deseos que tú y, por tanto, pedir permiso, lo tendríamos todos más fácil para iniciar algo físico con quien nos apetece.
Yo cada vez soy más por-"cartas sobre la mesa". Porque aunque el juego de la seducción tácito y todo eso está muy bien, también explicitarlo pone de frente una tensión MUY divertida :))
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