No tengo muchos fetiches en cuanto a la ropa, y menos en cuanto a mi ropa, pero hay uno que desde siempre ha estado muy claro: las corbatas.
Cuando era pequeña jugaba con las de mi familia. Al disfrazarme siempre quería llevar una. En la pubertad, mientras las chicas se flipaban con sus maquillajes, sujetadores y ropa femenina, yo me hacía a escondidas con una pequeña colección de corbatas, que más tarde, en la adolescencia durante un par de años utilizaba para ir al instituto casi todos los días, además de durante varios años siempre vestirme con camisas de hombre diseñadas para llevar corbata. A varias de las chicas de las que sin saber lo que me pasaba me iba enamorando les regalé corbatas, que supongo que no disfrutaron, ni yo tampoco porque jamás se las vi puestas. De hecho, más tarde a mi novia de entonces le regalé una corbata preciosa con la esperanza de vérsela y la estúpida lo que hizo fue dársela a su hermano en lugar de usarla o dármela a mí. Cuando pienso en aquella corbata tan bella, la más cara y maravillosa que he comprado nunca, todavía me duele y todavía desearía con toda mi alma poder hacerme con ella. Fue con esta mujer, de hecho, con quien dejé de usar mis corbatas y de disfrutarlo. Tanto que me agobiaba con su transfobia y sus ataques a mis rasgos masculinos, que al final acabé abandonando muchos de ellos, entre otros mis adoradas corbatas. Y el caso es que eso me ha dejado huella. Muchos años después, todavía sigo sin usar corbata cuando me da la gana, aunque lo haría muchas veces porque no lo asocio a vestirse con un estilo formal... Lo he hecho en algunas ocasiones en los ambientes LGBT y sobre todo trans, pero por lo general ya no lo hago. Siento que la gente lo utiliza para interpretarme y ver en mí signos de tal o cual y por ello acabo no haciéndolo cuando lo pienso. También alguna vez he querido hacerlo al ir de fiesta contigo, pero no me he atrevido pensando que tú también lo interpretarías como un falso esfuerzo por mi parte por parecerte más masculina... Y aun así, sigo comprándome corbatas de vez en cuando.
¡Me gusta!
ResponderEliminar¿Te gustan las corbatas? Póntelas cómo más te guste y cada vez que te de la gana. Y si aún hay gente que las considera masculinas y que las mujeres que las llevan lo son, que les den por donde amargan los pepinos.
ResponderEliminarMe gustan mucho las corbatas en las chicas (en según qué looks de chico también, pero como todavía es más usual verlas en ellos...) y yo las he llevado en más de una ocasión. Salí en un programa de televisión en el que me iba a ver muuuucha gente con una rosa bien bonita que me dejó mi mejor amiga y fui muy orgullosa con ella. Tenía solo 17 años.
Años más tarde, las he usado de otras formas y la que más me gustó fue una Nochevieja, que me la puse con un vestido, algo nada masculino para todos aquellos que malpiensan. Aquí te dejo una foto: http://i209.photobucket.com/albums/bb312/Stella_Butterflied/Me/image.jpg
Así que... Lo dicho. Ponte lo que quieras cuando quieras. :)