Te escucho y veo que te empieza a suceder lo mismo que me sucede a mí en casi todos los aspectos y que le sucede a todas las personas que vivimos fuera del armario con algo que no sigue las reglas. Ahora empieza a no parecerte tan cool eso de ser diferente si ello supone tener que estar siempre justificando tu comportamiento y aguantando las impertinencias de los demás. Ahora empiezas a ver que por mucho que tú estés feliz con tus decisiones y que expliques que tu vida la ves de un determinado modo, ellos no escuchan y te juzgan por sus patrones, su moral conservadora y su visión cuadriculada sobre lo que te pasa a ti. Ahora empiezas a descubrir que no es tan fácil sencillamente ignorar las preguntas estúpidas, los comentarios irritantes, las sentencias canónicas sin sentido. Y por fin se ve que en tu propia carne muestras el cansancio que eso produce. No hay nada para entender las cosas como probarlas una misma ;-)
Desde muy antiguo se ha aseverado que no hay forma alguna de que las personas puedan realmente aprender cosas, sino es por la experiencia concreta.... y no hay forma alguna de que dos personas puedan ver la realidad de la misma manera... no la hay.... sólo podemos suponer lo que el otro piensa y siente... claró, también podemos empatizar.... pero nunca sincronizar las almas....
ResponderEliminarYo aprendí una cosa, no le expliques cosas a la gente que no van a entender. Si su conciencia es del tamaño de una pelota de golf, de tus palabras sacaran una pelota de golf, por mucho que te expliques como una sandía... Al final, dar esas explicaciones a mi me afectaba, empecé a sentirme idiota, teniendo que repetir y repetir cosas como si hablara con niños de 5 años, aguantando impertinencias y respuestas de mal gusto. Dejé de hacerlo. Ahora, me siento muy afortunada al rodearme de gente que si entiende mi punto de vista, mi manera de entender, de sentir... y al resto, les doy la versión resumen. :)
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