Red China Blues

Acabo de terminar de leer el libro de Jan Wong titulado Red China Blues y quiero recomendarlo porque me parece una excelente lectura tanto para aquellos con interés en la historia reciente de China como para aquellos que busquen una autobiografía escrita de forma amena y autocrítica.

La versión que he leído está en inglés, el idioma original, y buscando en Internet no he visto que exista una traducción al español, pero tal vez me equivoque.

El título, Red China Blues, es un juego de palabras que a mí me parece muy acertado. En español sería algo así como Blues por la China Roja, haciendo ese blues referencia a la tristeza pero también al color azul.

De forma muy simplificada se trata de una autobiografía a través de la cual avanzamos por la historia china desde el inicio de los 70 hasta finales de los 90 con la muerte de Deng. China en ese período sufre una transformación radical que va desde la Revolución Cultural y el maoísmo más estricto hasta el presente capitalismo dirigido por el Partido Comunista pasando por la brutal masacre de Tiananmen y la supresión del incipiente movimiento democrático. La misma transformación también le sucede a la escritora. Jan Wong empieza siendo una convencida maoísta que, sin apenas saber chino, se traslada desde Canadá para estudiar y reformar su pensamiento burgués mediante el trabajo en el campo, en las fábricas y la asistencia a la Universidad de Beijing en la época de la Revolución Cultural. Con el paso de los años la joven se decepciona y regresa a Canadá para estudiar periodismo. Al terminar su carrera vuelve a China como corresponsal y, provista de una visión sarcástica adquirida por haber formado parte del pueblo chino y su historia, se dedica a documentar los problemas de China: la pobreza, la enorme diferencia regional, las consecuencias de la política de un solo hijo, el tráfico de mujeres, la corrupción de los funcionarios y miembros del Partido Comunista, el estado de las prisiones, las condiciones en las que los disidentes políticos viven...

Por último, resulta especialmente destacable el relato en primera persona de la noche y los días posteriores a la masacre en la Plaza de Tiananmen.