07 diciembre 2011

Mi romanticismo


Como hablaba en esta otra entrada, todas esas cosas que la gente identifica con el romanticismo no las entiendo, y de hecho me suelen dejar completamente indiferente. Esa búsqueda artificial de mostrar sentimientos de forma normativa y estereotipada me parece desagradable, innecesaria y especialmente falsa. Si sientes algo intenso, no te hace falta estar con esos rollos y toda esa parafernalia. Al contrario. Hasta el sitio más supuestamente horrible puede ser el escenario de la pasión más intensa y el momento más íntimo. Con mi tendencia natural a rechazar cualquier "cursilería", encuentro a menudo más belleza en un vertedero que en el restaurante más pijo, en pequeños gestos que surgen sin buscarlos que en grandes actos teatrales que pretenden conmoverme, en palabras torpes arrancadas del alma que en preciosos poemas de bella forma y nulo sentimiento.

Y es curioso porque al mismo tiempo yo tengo de mí una idea como de persona muy romántica aunque aparente justo lo opuesto. Esa autoimagen se debe a mi exagerada tendencia a dejarme llevar por la pasión hasta extremos insólitos que suelen pillarme desprevenida a mí y desconcertar al resto. Y también a esa propensión al dramatismo, el tenebrismo, el subjetivismo, el ocultismo y demás en el más puro estilo del romanticismo del siglo XIX. Desde niña siempre me he visto más como esa persona absolutamente aislada mirando a un paisaje borroso de la pintura de Friedrich que como una artificial princesita rodeada de rosas rojas escuchando poemas a la luz de las velas de la boca de mi amado.

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4 comentarios:

  1. Chapó. Una vez más me identifico plenamente con lo que escribes y me maravilla la aparente facilidad con la que plasmas en unos párrafos algunas de las ideas que rondan por mi cabeza pero que no soy capaz de expresar...

    Gracias otra vez por lo que escribes y por cómo lo escribes =)

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  2. Hice un comentario cuando se publicó el post y ahora veo q no está :-(
    Suscribo lo q ha dicho anónimo.
    El romanticismo se esconde tras cualquier acto cotidiano, cuando menos te lo esperas, y, a veces, con quien menos esperas. No hace falta q sea una pareja.
    Fuera actos prefabricados ñoños, q suelen crear esoectativas tantas, q luego son un bluf.
    No siempre comparto todo lo q escribes, o sencillamente, no alcanzo a comprender todo, por no poder tenerlo vivido (q ya me gustaría), y aunque me ha enseñado y mostrado muchas formas de amor nuevas, a veces me pierdo en la maraña de etiquetas y posicionamientos tuyos (muy bien explicados eso si), pero cuando veo q hay un nuevo post tuyo en el reader pienso, qué buen, otra píldora Lille, me encantan. Gracias!! Un beso!

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  3. De nada, anónimo. Una pena no encontrar gente fuera del ordenador que lo ve como tú :-)

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  4. Julia, es la mierda esta de Blogger que de vez en cuando da problemas. Si los comentarios no se publican en el momento, es que no los ha aceptado, y a mí tampoco me llegan.

    Me gusta mucho eso que dices del romanticismo que no necesita ser con una pareja. Así lo veo yo también, ya lo sabes.

    Y sobre lo de perderte, si hay algo que no entiendes, siempre puedes escribir en los comentarios para ver si me puedo explicar mejor.

    Besos!

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