Esto de comprar regalos de navidad es un rollo. Y todavía lo es más cuando los tienes que comprar en conjunto con tu novio y no estáis de acuerdo.
Ayer todo el día de compras como desgraciados en el último minuto buscando desesperadamente algo para poner debajo del árbol para cada uno de los asistentes (quieras o no quieras hay que regalarles algo a todos) y, claro, con la tensión y el agobio, una discusión entre nosotros. Y se supone que llegamos a un acuerdo y a un entendimiento... y luego también que decidimos los regalos en común. Pues bien. Hoy se va él solito a comprar el papel de regalo y, claro, no puede seguir el acuerdo. ¡Compra lo que le da la gana! ¡¡¡Y sabiendo que yo estoy en contra de lo que ha propuesto!!! ¿Y eso le ha importado? ¡Por supuesto que no! ¡Y se supone que yo tengo que aguantarme y aceptar que compre lo que le da la gana!
Lo que más me molesta no es en sí mismo el hecho de comprar eso. ¡No! ¡Es que se pasa lo que acordamos por el forro! ¡Y sabiendo que me va a molestar! Es esa falta de respeto de la que le hablaba ayer y que parece que le da igual.
En estos instantes tengo un cabreo divino :-(
Te comprendo. Pero es que no hay nada como establecer unas normas para romperlas al minuto siguiente. Suele ocurrir, y la verdad es que cabrea.
ResponderEliminarAquí, al final, el que más o el que menos, acaba haciendo lo que le da la gana.
Respira profundamente tres veces y después te das un golpe contra la pared. Verás cómo se aclaran tus ideas y malos pensamientos.
Los vecinos habrán pensado que había otro terramoto...
ResponderEliminar