Las navidades pasadas tenía un vale para comprar algo en una librería, pero no sabía muy bien qué comprar. Al llegar había en una mesa una montaña de juegos, entre ellos uno llamado Kamasutra Memory. Como nunca había tenido un juego de mesa erótico y costaba exactamente lo mismo que el importe de mi vale, decidí comprarlo. ¡Y qué error!
Cuando llegamos a casa y lo abrimos, los dibujos ya nos parecieron muy malos... Pero intentando no fijarnos en ello, leímos las instrucciones con la intención de jugar una partida. Bueno, tampoco sonaba especialmente bien, pero vamos a ver cómo es... Pues al ver los textos de las tarjetas se nos apagó toda la libido que podíamos tener. Todo se trata de tener una polla larga (si tu polla no es más larga de 18 centímetros pierdes 5 puntos), pensar cosas bastante machistas y un poco fuertes en el sentido equivocado (como siéntate sobre él como hacías cuando eras pequeña), meterla hasta el estómago y hacer posiciones absurdas (como una carrera a la carretilla con la polla dentro). Desde luego algo está claro, este juego está pensado por un hombre, ¡y uno que no entiende mucho de qué es tener buen sexo!
Conclusión, no llegamos ni a empezar a jugar. Directamente a la caja y al fondo del armario.
¡Juego machista y no muy sexy! ¡Y muy patético!
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