Así son las reglas

La primera conversación del día y ya tengo que aguantar la estupidez y la xenofobia danesas. ¡Leche!

Resulta que el otro día fui a hacerme una prueba al laboratorio central (Københavns Praktiserende Lægers Laboratorium en Pilestræde) que me había pedido el cardiólogo. Entonces solicité también que le enviaran el resultado a mi médico de cabecera también. Esta mañana llama la secretaria de mi médico diciendo que no le ha llegado y que si me cambia la cita. Llamo entonces al laboratorio y me contesta la primera secretaria. Le explico lo que ha pasado y se queda en silencio. Le pregunto que si le doy el número de la prueba y me dice "que todavía está tratando de averiguar de qué va el asunto". Vale, señora, tengo acento, pero lo que le he dicho era correcto y se entendía claramente. Se lo vuelvo a explicar amablemente con otras palabras y me dice que no, que es mi propio médico el que tiene que llamar para pedirlo. Me quejo diciendo que ya lo solicité yo allí y me contesta con muy mal tono "un momento" y me pasa con otra todavía más simpática. Vuelvo a explicar lo que pasa y me contesta esta siguiente que es mi médico el que tiene que llamar. Le digo que ya he dado yo la solicitud allí y me dice que si no le ha llegado es mi médico el que tiene que llamar porque si no, puedo llamar yo como paciente y pedir que se la envíen a cualquier médico. Le digo que yo soy quien tiene que dar permiso para que mi médico reciba el resultado y me dice que sí, pero que como ya lo he dado es mi médico el que tiene que llamar y luego ellos lo comprueban y luego se lo mandan. Me quejo de que es un camino muy largo para algo tan sencillo (¡se lo envían entre ellos de forma automática por ordenador con pulsar a una tecla!) y me dice que sí, pero que "así son las reglas". Y me cuelga.

Esa frase de mierda me tiene hasta los huevos y más allá. Para empezar, si las reglas son estúpidas hay que cambiarlas. Para seguir, eso es algo que se le dice a los extranjeros. De hecho la mayor parte del tiempo me contestan "así son las reglas en este país". Y si todavía me encuentro con uno más borde, que me ha pasado decenas de veces, añade "y si no te gusta vete al tuyo". Toma ya. Eso por pedir algo a lo que tengo derecho. Que es mi médico de cabecera lo pueden comprobar solo con pedirme mi número de CPR (como el DNI) y meterlo en el ordenador. Pero no, para qué se van a molestar en trabajar cuando te lo está pidiendo una "mora".

Lo peor de todo es que con estas mismas tipas ya he tenido que discutir y K, que es danés sin acento, ha tenido que salir en mi defensa en una ocasión porque se negaban a hacer lo que les pedía aunque era mi derecho... pero como los extranjeros son incultos y no conocen las leyes para qué cumplirlas.

En aquella ocasión estaba pidiendo que me mandaran la copia a mí misma. Según la ley tienes derecho a ver todos tus informes, pruebas, etc. TODO. Vale, pues estas mujeres me decían que no se podía solicitar que me lo enviaran a mí, que tenía que pedir que se lo enviaran a mi médico de cabecera y recogerlo allí. (De hecho esta vez elegí ese camino para no discutir y ya veis el resultado). Insistí que quería yo una copia porque mi médico estaba de vacaciones y me dijeron que no y empezaron con el discurso xenófobo de "así son las reglas aquí". Entonces K les recordó esa ley que es "una regla de aquí" y se tuvieron que callar y darme el formulario para hacer la solicitud... ¡Gracias a que llevaba al danés auténtico a mi lado, claro!

Pues eso. Un despertar muy agradable cuando casi lo primero que tengo que hacer por la mañana es aguantar la xenofobia danesa. ¡Y si se fuera a detener ahí! Ahora me queda el resto del día para tropezarme con otros casos... Cuando vaya al médico hoy me dirá que no tiene ningún resultado y que ya es demasiado tarde para llamar él para pedirlo, ¡y ya a esperarse a que pase el fin de semana! :-(