El tratamiento a los top-manta en Madrid

Estamos hablando de la brutalidad policial en un hilo de Spaniards.es y, después de contar una cosa que he vivido yo misma en la plaza de Callao en Madrid con un inmigrante negro de los que sobreviven vendiendo cds en mantas, alguien me ha contado que ayer casualmente había una noticia muy similar en el periódico El Mundo. Os dejo aquí el enlace de la noticia para que lo veáis. Y os cuento también lo que yo he vivido.

Íbamos paseando K y yo por Madrid cuando justo enfrente de nosotros pasa un africano corriendo después de recoger a la carrera su manta con cds. Tres policías nacionales corren detrás de él. En seguida el chico se ve acorralado porque tiene delante una parada de autobús y se rinde, deja de huir. Los tres policías que por fin pueden alcanzarle, porque está quieto esperándoles, se acercan y uno le empuja violentamente, le pone las manos contra la espalda y le tira al suelo. Todo esto al tiempo que le está gritando como un bestia en español, que no creo que el chico entendiera. A su lado en el suelo la manta tirada con los cds. Y el chico en silencio en el suelo con la cara pegada violentamente contra el pavimento, y un policía con la rodilla sobre su nuca apretando con violencia, y en algún momento con la bota militar bestia esa que llevan puesta sobre su cuello. Y eso que el chico ya estaba en el suelo con las esposas puestas y las manos en la espalda. 

Como el tratamiento me parecía directamente brutalidad policial, me acerqué al policía que estaba con la pierna sobre el cuello del chico y le dije "¿te falta tratarle así?". El policía que ni me mira, claro. Entonces le digo que no le trate así, que ya está en suelo y el policía me empuja violentamente hacia detrás. Los otros dos policías se acercan y empiezan a gritarme que qué hago mezclándome en eso y que si quiero que me metan a mí también en el coche por escándalo público. Le contesto que el escándalo público ya no existe y que lo que están haciendo es brutalidad policial y me empuja otra vez. Me quejo a gritos mientras la gente se empieza a poner en corro alrededor del espectáculo. El policía me grita que si no veo que estoy montando un escándalo y que me van a llevar a la comisaría también, que le dé mi DNI. Le contesto que sí, que cuando él me dé su identificación. Me aparta tirándome del brazo de donde están los otros y me dice que ya me estoy yendo de allí ahora mismito sino quiero ir a la comisaría. Y mientras tanto la gente gritando alrededor, algunos españoles a gritos: "eso, eso tenían que hacer con todos, que solo vienen aquí a robar. Ladrones, que son unos ladrones". 

Mientras que llega el coche de policía al que han llamado para llevárselo, el chico sigue en el suelo con la policía empujándole, apretándole el cuello, pisándole, etc. y yo discutiendo con los españoles diciendo que los extranjeros no van a robar a España, que van a trabajar. Por fin, se llevan al muchacho, y cuando la policía se va, se acercan un par de extranjeras latinoamericanas y me dan las gracias por haber defendido a los extranjeros y decir que no todos son ladrones, lo cual me llega al alma.

El caso es que lo visto nos parece tan fuerte que nos vamos a buscar otra patrulla de policía. Nos la encontramos en Sol. Me acercó y les cuento lo que ha pasado y me contestan que eso es el procedimiento normal, y que de brutalidad policial no tiene nada. Que es lo normal. Y que no puedo poner una denuncia porque no hay nada denunciable. Luego en la comisaría de mi barrio intentó poner la denuncia y me dicen lo mismo, que no hay nada denunciable. Es el procedimiento normal para detener a alguien que no se sabe si está armado. Les explicó que el chico no estaba haciendo nada, que ya se había detenido y que no se intentó defender ni atacar en ningún momento, y me contestan que aún así es lo normal. Y se niegan a aceptar mi denuncia.

Ahora veo que aparentemente no soy la única que se indigna y que hay otros que intentan poner la misma denuncia pero, además de no dejarles, como a mí, les amenazan con denunciarles a ellos, exactamente igual que a mí. En su momento me parecía que era una vergüenza. Pero deseaba que fuera un hecho aislado de tres policías hijos de puta y un sistema que hace que se protejan entre ellos, y no algo generalizado. Ahora que escucho que es algo generalizado me pregunto yo si Amnistía Internacional sabe sobre estas cosas.