Como le prometí a R. Shalott en otra entrada de mi blog, voy a contar aquí sobre un documental que vi el otro día acerca de un médico británico que se va a Rusia a ayudar con su especialidad (neurocirugía) en hospitales no muy avanzados. En un determinado momento del documental llega a la consulta una chica joven que dice que lleva teniendo dolor de cabeza durante varios meses y que cree que es por una garrapata que la había picado justo antes de que empezaran sus dolores. Para los que no lo sepáis, esa teoría de la chica se explica por esa enfermedad que existe en el centro de Europa (y también Dinamarca) que es una encefalitis transmitida por el mordisco de las garrapatas, y contra la que existe una vacuna. A la chica en cuestión le hacen un escáner y descubren que tiene un tumor maligno expandido por varias zonas de su cerebro. Después en la consulta el médico ruso y el médico inglés están hablando sobre la chica en inglés delante de ella, pero ella no entiende nada porque no sabe más que ruso. Los dos médicos suponen que no le quedan más de uno o dos años de vida, y que antes se quedará ciega, pero se ponen de acuerdo y deciden no contárselo, porque ¿para qué? si total, no tiene cura, así que es mejor dejar que disfrute de su vida mientras puede. El médico ruso le comunica en ruso que no saben lo que tiene y que la próxima vez que venga para hacerse más pruebas vuelva con su madre. Y la chica se va tan tranquila. A mí sinceramente me parece increíble que no se lo digan. Es ella la que tiene que decidir qué hacer con su vida en esos dos años, no ellos. Tal vez en esos años no quiera dedicarse a estudiar o prepararse para un futuro que no va a tener, tal vez prefiera hacer otras cosas, pero no le dan esa oportunidad. Mienten descabelladamente por su bien.
Para seguir con esto, leí por casualidad también en un artículo de lingüística un estudio sobre cómo los médicos les dan las malas noticias a los pacientes terminales. Aparentemente en todo el tiempo que duró el estudio ninguno de los médicos le dijo al paciente enfermo que iba a morir. O bien utilizaban eufemismos, o daban explicaciones demasiado técnicas que los pacientes no podían entender, o bien lo daban a entender pero no decían realmente el pronóstico y era el paciente el que tenía que preguntar si era hora de ir al hospicio.
Para terminar con esto ya, el otro día estuve viendo un programa en la televisión que se llama Diagnose søges (se busca un diagnóstico). En este capítulo el paciente de turno lleva tres años de médico en médico intentando averiguar por qué cada vez respira peor y le llevan al hospital central para hablar con los mejores especialistas y resolver de una vez su problema. El caso es que al tipo finalmente lo que le diagnostican es hipertensión pulmonar, una enfermedad grave, que aparentemente en él está provocada por otra enfermedad que tiene: enfisema pulmonar. Pues bien, al hombre en vez de decirle que lo grave es su hipertensión pulmonar y que eso es lo que le van a tratar, en ningún momento le mencionan el nombre de su enfermedad, los posibles tratamientos, el pronóstico, etc. Después de varias pruebas le ponen en tratamiento con Sidelnafil (que es la típica Viagra pero tampoco se lo dicen). Vamos, que no le cuentan ni por qué le están tratando ni con qué. Él se va a su casa al acabar el programa creyendo que ya tiene un diagnóstico, pero él que el cree es el erróneo, y un tratamiento para este diagnóstico, aunque lo que le están tratando es otra cosa. Es decir que le cuentan lo que ellos consideran necesario y deciden por él lo que no necesita saber.
Pues bien, después de estos tres casos solamente en las últimas dos semanas, de verdad que no me creo que los médicos digan la verdad, especialmente cuando es necesario decirla. Y sinceramente no entiendo con qué derecho se creen que pueden decidir ellos por los pacientes. Me parece que faltan a su ética profesional.
Bien. Si vuelves a leer el comentario que hice a tu otra entrada, verás que en ningún momento le doy la razón a esos médicos que mienten. Simplemente menciono uno de los motivos por los que tal vez lo hagan. Eso, no significa que esté de acuerdo con ellos, que por supuesto no lo estoy ni me parece profesional. También considero un derecho fundamental del paciente que conozca su situación real, enfermedad y tratamiento y por supuesto que él valore y decida sobre sí mismo.
ResponderEliminarR. Shalott, ¡tú por aquí! Ya veo que me has vuelto a encontrar :-D
ResponderEliminarSí, ya sé que no le das la razón a los médicos que mienten en tu anterior comentario. Como decías que uno de los motivos por los que pueden mentir es porque la enfermedad en cuestión no sea grave, quería contar aquí sobre ese documental y otros casos... Pero vamos, que no es un debate sobre lo que tú dijiste. Más bien una excusa para contar más sobre ese tema que tanto me irrita (médicos y mentiras). Así que tranqui ;-P
Pregunta: como se llama el documental del médico ingles y el ruso, lo vi a medias el fin de semana (del 23 junio 2013), lo quiero buscar, me ayudarías con ese dato; Muy agradecida
ResponderEliminar