Ahora va a resultar que el personaje, Jekyll, existe y que en la vida real es médico (de ahí lo del doctor)... ¡y que encima me lo he tenido que encontrar yo!
Lo peor en este caso es que el doctor Jekyll también es doctor en su otra personalidad oculta, el doctor Hyde, y encima te los tienes que encontrar a los dos durante una consulta de unos minutos. Es como escuchar a una persona que está hablando como si fueran dos: primero te dice una cosa y en la siguiente frase te dice la cosa completamente opuesta. ¿Así como va a sentir uno seguridad yendo al médico? Más bien lo que da es ganas de salir corriendo... Pero no puedes porque no es como con un zapatero, que si no te gusta tienes a otro que hace exactamente lo mismo. Cuando se trata de un especialista muy especializado, valga la redundancia, te tienes que joder y tragar que el ego, mejor dicho, los múltiples egos, del personaje. No había visto a nadie tan engreído como a este tipo. ¡Asco me da!
Lo más trágico es que este no es el primero con el encuentro que te dice una cosa y en la siguiente frase te dice otra opuesta. ¿Será algo que les enseñan en la universidad de medicina? ¿o será simplemente que como mienten a veces se ven obligados a decir tonterías para mantener la mentira?
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