Fue mi cumpleaños y no me enviaste uno de tus sms. Desde que me trataste como a una mierda la última vez que estuve en España, ya hace más de un año y medio, nunca he vuelto a contestar a tus mensajes. Aunque lo cierto es que tampoco han sido tantos. Dos para ser exactos. Uno para despedirme de forma casual, como si no hubieras hecho nada, cuando me habías destrozado el corazón y lo sabías. Otro por mi cumpleaños hace un año, de forma igual de casual y completamente impersonal, como si no hubieras notado mi dolor, mi silencio, como si todo para ti fuera todavía el mismo juego en el que tú decides cuándo me hablas bien, cuándo tienes contacto conmigo y cuándo me tratas desde lo alto. ¡¡¡Y encima hablando en plural en el sms!!!
Después de más de 20 años acabas nuestro contacto con un gélido sms en el que me dices que quieres sentir la libertad de poder ser fría conmigo cuando te plazca. Esto justo después de haberme dejado muy claro que tú también querías algo conmigo porque también me amas, y luego tener la mala suerte de vivir nuevamente cómo el destino una vez más se interponía en nuestro camino. Primero me amas, luego me pisas, y luego haces como si no hubiera pasado nada y yo tengo que, otra vez más, recoger los pedazos de mi corazón esparcidos por el suelo tras otra de tus patadas, y hacer como si no hubiera sucedido nada. Pero NO, esta vez no fue así. La respuesta que recibiste a tu gélido sms fue silencio. Si crees que me puedes tratar de ese modo, es mejor no tenerte cerca. Tu ausencia me duele mucho menos que tu juego macabro. Así que dejé de contestar.
Un año entero ha pasado y por una parte no me puedo creer que nuestro amor haya significado tan poco para ti. Pero por otra parte no me sorprende nada y es justo por eso por lo que decidí no volver a contestarte, no volver a colocarme en esa situación en la que me he estado poniendo desde que te conocí. Las jerarquías me enferman. Y no lo hacen menos por tratarse de ti.
Ahora intuyo que crees que es el destino cósmico el que nos ha vuelto a separar y, siendo como eres, lo único que harás es construirte una explicación lógica que te diga que en realidad todo es mejor así, para no tener que analizar ni afrontar tus propios errores.
Ha sido mi cumpleaños pues. Y esta era tu oportunidad de mandar un sms insignificante en el que de forma casual me mostrases una vez más que desde lo alto puedes y quieres seguir ahí para mí. Pero has decidido no hacerlo. Y con ello para mí has escrito la última página de nuestra larga historia trágica de amor. Yo no te voy a buscar porque por fin, después de todos estos años, he aprendido a entender que nunca me vas a amar como yo te amo a ti y nunca vas a tratarme como a una igual. Y para tener que ver nuestra relación como una lucha de poder, prefiero estar sin ti. Aunque me parta en dos y aunque de un modo completamente irracional sepa que siempre voy a sentir que mi vida tendría que haber sido de otro modo contigo y que el orden armónico de mi universo se truncó para siempre en esa larga cadena de errores provocados por un destino casual e indiferente a nuestras pasiones.
¿Distingues cuándo te enamoras de cuándo simplemente te gusta una persona? ¿Dirías que has sentido lo mismo por esta chica que por otr@s?
ResponderEliminarEsa es una excelente pregunta y algo sobre lo que tengo escrito muchos textos que no he llegado a publicar. Lo más cercano que he publicado es esto: http://lilleskvat.blogspot.com/2010/07/definiendo-enamoramiento.html, pero ya está "un poco" anticuado.
ResponderEliminarNo, no he sentido lo mismo por esta chica que por los demás. Por cada persona se siente una cosa diferente, creo. El amor tiene una forma diferente de expresarse en cada relación y en cada momento de tu vida según tu experiencia y el lugar en el que te encuentres mentalmente.
Esta chica es, como ella dice de mí, la piedra Rosetta con la que aprendí a semi interpretar el jeroglífico de mi vida. Ha sido en muchos modos el punto de partida y el punto de regreso de cada una de mis locuras. Y sin embargo, ahora mismo no diría que estoy enamorada de ella. Pero si la tuviera delante, seguramente lo viviría como un enamoramiento abrasador, como cada vez que me pierdo en sus ojos mientras me envuelvo en su olor.
Sí, distingo estar enamorado de gustar. Al menos a veces. Pero no sé distinguir estar enamorado de amar. Al menos casi nunca.
Te animo a que publiques esos textos, Lille. Seguro que son muy interesantes.
ResponderEliminarBueno, yo tampoco sabría decirte cuál es la diferencia entre amar y estar enamorado. Acabo de mirar el significado de cada palabra en la RAE y me he quedado igual. Ahora bien, sé perfectamente distinguir cuando me enamoro de alguien, porque es algo excepcional en mi vida cotidiana.
Si te soy sincera, después de leerte durante un tiempo, me da la sensación de que eres de ese tipo de personas que no saben muy bien dónde acaba un sentimiento y dónde empieza otro. Esto no es nada malo, ¿eh? Simplemente, puede resultar más confuso. Espero que no te moleste que te diga esto… Reconozco que desde el anonimato es muy fácil opinar. :-p
Aunque tendemos a creer que el resto de la humanidad piensa, siente o procesa las cosas igual que nosotros, lo cierto es que no hay nada más lejos de la realidad. Por un lado, hay gente que sólo se conecta con las emociones a través del curso del pensamiento. Por otro, hay gente que no piensa o racionaliza lo que siente y no toma conciencia de qué es lo que le sucede. Son las dos caras de una misma moneda y, entre estos dos extremos, existe una gran variedad de matices.
En ocasiones, por tu forma de escribir y estructurar los temas, he pensado que eras una persona muy racional, con total conciencia de tus sentimientos. Otras veces, por tus opiniones, he pensado que eras emocional e, incluso, un poco caótica o cambiante. Supongo que, en realidad, eres las dos cosas al mismo tiempo… Por cierto, ¿alguna vez te has hecho el test del Eneagrama? Es divertido.
Además de que desees que tu amiga te lea, supongo que también te preguntarás cómo verán otras personas tu situación, ¿no? Si no, no expondrías públicamente tu vida privada en el blog. Pues bien, mi percepción de ti está completamente sesgada porque no te conozco más allá de por lo que escribes aquí; aun así, me tomaré la libertad de darte mi opinión, pero cógela con pinzas, por favor.
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Creo que “estás hasta las trancas” de tu amiga. Desde fuera, parece que el amor que sientes por ella es mucho más intenso que el que has sentido o sientes por ninguna de las otras personas que has mencionado en tu blog (a excepción, de Marie Fredriksson :p). Ya sabes, me refiero a esa emoción brutal, descontrolada y obsesiva que se genera por la acción de una serie de neurotransmisores (serotonina, dopamina, etc.) que, si no es correspondida, puede hacer que caigas en la miseria emocional más absoluta. Creo, además, que en el fondo serías capaz de dejarlo todo (Dinamarca, parejas actuales, filosofía de vida, etc.) si ella te lo pidiera. Y que, en realidad, la “guerra contra el mundo” o búsqueda continua de tu lugar, que tanto te caracteriza en los últimos tiempos, se debe, además de a tu carácter combativo, al influjo de la frustración que te genera el haber sido rechaza por tu amiga.
ResponderEliminarEs muy probable que esté equivocada en lo que pienso y, quizá, ahora mismo te estés tronchando de la risa al leerme o indignándote. Es difícil hacerse una idea certera de alguien sin conocerle en persona, y también tengo prejuicios, por lo que tiendo a extrapolar mi experiencia y manera de entender las cosas (el amor, la amistad, el sexo, etc.) a todo el mundo. Así que discúlpame si he dicho alguna barbaridad o si piensas que me he proyectado… Sólo son sensaciones percibidas desde la distancia.
De lo único que estoy segura es de que has cambiado mucho desde los inicios del blog y de que existe un punto de inflexión a raíz del “crush” con tu amiga, que se refleja también en tus intereses y pensamientos actuales, más tendentes al radicalismo (que, por otra parte, me parece genial).
Espero no haberte jodido con este comentario… Llevaba tiempo con ganas de decirte lo que pensaba al respecto, pero no encontraba el momento de meterme en tus asuntos. :-p
Un abrazo.
¿Qué es peor? ¿No contestar a un mensaje recibido o contestar a un mensaje no enviado?
ResponderEliminarSegun deduzco de tu entrada, manifiestas que no quisiste contestar a un mensaje de felicitacion en el pasado.... pero ahora contestas dando explicaciones de lo que hiciste!!!!
Cuando menos extraño!!
Primero, quiero invitarte a que cuando comentes utilices un seudónimo o algo para que pueda reconocer que eres tú. Solo si te apetece, claro está. Pero siempre me resulta más fácil conversar con alguien a quien puedo asociar una mínima identidad.
ResponderEliminarDe vez en cuando publico alguno de los textos antiguos. Y bastantes de las cosas que salen en el blog, no son escritas unos minutos antes... Algún día tal vez publique esos textos.
No entiendo bien eso del dónde acaba un sentimiento y dónde empieza otro. ¿Quieres decir en sentido temporal? ¿O quieres decir entre sentimientos que se tienen al mismo tiempo?
Estoy de acuerdo en que la gente tiene formas muy diferentes de vivir lo que siente.
Creo que soy muy racional y muy emocional. No creo que sean cosas opuestas ni incompatibles. Desde luego yo tengo ambos aspectos muy marcados.
Claro que deseo que ella me lea, pero no creo que lo haga. Y no cuento con ello en absoluto. Hace muchos años que dejó de leer mi blog.
En cuanto a los demás, por supuesto que deseo comentarios y opiniones. Que te hayas atrevido a dejarme la visión que proyecto en ti me parece muy interesante y además muy útil para mí. Gracias por ello. Y también por leerme con tanta atención. Veo que has usado muchos minutos en leer mis locuras :-)
Voy a tu análisis.
ResponderEliminarEl amor que siento por ella es muy intenso, sin duda. Sin embargo, no puedo decir que no es correspondido, porque yo sé que ella me ama a mí también, no del mismo modo (nadie lo hace, los sentimientos son individuales), tal vez no con esta intensidad, pero me ama sin duda, y me lo ha mostrado muchas veces a lo largo de los años. También sé que me desea. Y que ha sentido por mí eso a lo que te refieres con los neurotransmisores varias veces, igual que yo lo he hecho por ella. Ni siquiera puedo verlo como que me ha rechazado ella a mí, o no más que yo a ella. Lo que pasa es que han sido momentos diferentes. Nuestra historia es una larga cadena alterna de rechazo, por motivos futiles y por gilipolleces del destino. Pero eso no quiere decir que no sienta frustración. Aunque la mayor frustración que he sentido (y la que casi acaba conmigo) no ha sido por su rechazo, lo ha sido por el mío.
Creo que te equivocas en algunas cosas. No dejaría todo por ella. Eso ya me lo ha pedido y no ha sucedido. En realidad, creo que no dejaría todo por nadie ni por nada. Porque no veo que nada lo valga. Si tener a alguien significa tener que abandonar todo lo demás que sientes y eres, no merece la pena. Y lo que menos podría dejar de todo es mi "filosofía de vida". Es lo que siento, pienso, vivo, soy. No sé cómo podría dejarlo.
Mi "guerra contra el mundo" nunca la he visto como tal, pero veo en los comentarios de la gente en mi blog que se interpreta así. No creo que se deba a mi frustración por no estar con ella. Es cierto que en algunas cosas ha tenido su influencia, en cómo veo algunos temas y cómo vivo y siento en otros. Pero no veo que todo lo que me mueve en el fondo tenga su origen en ella.
No te disculpes por tu análisis. Al contrario. Te lo agradezco. Pero por cierto hay algo que me parece que te confunde. Creo que no distingues con claridad cuando hablo de personas diferentes y que has interpretado que muchas de las cosas que escribí el año pasado son sobre esta mujer cuando en realidad hay varias personas mezcladas. Estaría muy interesante saber cuánta gente puedes reconocer en lo que escribo y a quién crees que me refiero cuando digo tal o cual. Sobre todo porque veo que hablas del punto de inflexión cuando tenía el crush con mi amiga, y ese supuesto punto de inflexión, si lo fue, fue muchísimos años antes de iniciar este blog. Y el que creo que mencionas (¿tienes alguna entrada en el blog en la que estés pensando?) es con otra persona.
Es cierto que he cambiado desde el inicio de este blog. Pero tal vez he cambiado menos de lo que parece. Sucede que ahora me atrevo a decir más cosas que antes mantenía ocultas. Y a mostrar más mi "radicalismo".
Un abrazo para ti también.
No, anónimo, ahora no contesto dando explicaciones. Ahora escribo reflexionando sobre lo que ha sucedido. Pero ella no lo lee.
ResponderEliminarLo siento, Lille, he sido un poco cobarde al no utilizar mi seudónimo habitual. Ser anónima me imprime más seguridad… Es como ir disfrazada. :-)
ResponderEliminarPor lo que comentas, creo que me he equivocado totalmente en mi interpretación. Pensé que esta chica era la misma a la que te referías en las entradas que escribiste en la primavera de 2010, cuando te encontrabas en una especie de montaña rusa emocional. Me refería a ese punto de inflexión.
Soy consciente de que no siempre has hablado de la misma persona (nunca me ha dado por contar a cuántas puedo distinguir), pero pensé que había una más “especial” que otras, aunque no te guste establecer jerarquías. Resulta complicado entenderte cuando escribes dirigiéndote, sin más, a alguien en segunda persona.
Tratando de descifrarte, me he hecho una idea de ti basada en mis propios esquemas mentales. Soy tan poco tendente a enamorarme o, mejor dicho, a dejarme llevar por las emociones que di por hecho que, cuando te expresabas de esa manera tan pasional, te referías siempre a la misma chica, a pesar de que algunos detalles no me cuadraban.
Me parece sorprendente que sientas cosas muy fuertes por tantas personas a la vez, pero más increíble me parece lo reprimida que debo estar yo, que soy incapaz de tener ese tipo de sentimientos de manera continuada.
En cuanto a lo que te comenté de no saber dónde termina un sentimiento y dónde empieza otro, sólo quería expresar que tu forma de sentir parece ser más fluida o entremezclada que la de otras personas, que tu mente parece estar estructurada de una forma más horizontal (integradora y confusa) que vertical (estanca y clara). ¿Nunca has conocido a alguien que está profundamente enamorad@ de su amig@ pero no es consciente? ¿O a alguien que es homosexual o bisexual pero aún no lo sabe y, sin embargo, todos a su alrededor ya se lo imaginan? Pues, a veces, he pensado que tú eras así (otras veces, no).
Bueno, al menos ya tienes una idea parcial de la imagen que proyectas a través de tu blog, aunque sea más o menos equivocada.
Nos leemos. ;-)
¡Ah, eres tú! Ahora me río porque pienso que debería haberlo intuido y para nada se me había pasado por la cabeza :-D Creo tal vez que cuando escribí en respuesta a tu comentario sobre quién eres te asuste un poco y por eso habías dejado de comentar con seudónimo. ¿Me equivoco?
ResponderEliminarMuchas de las entradas que escribí en la primavera del 2010 tratan sobre ella. Pero otras no lo hacen. Tratan sobre otra mujer muy importante en mi vida. La montaña rusa emocional en la que me encontraba fue una mezcla de varias cosas, pero especialmente del desplome de esas dos historias en un mal y mismo momento de mi vida. De forma independiente, pero con enorme influencia una historia sobre la otra.
No sé si puedo hablar de alguien más especial y tienes razón que justamente eso va en contra de mi forma de entender el amor. Cada una de las personas a las que verdaderamente he amado y amo son muy especiales para mí y ocupan un lugar único en mi mundo. Son muy pocas esas personas, no te creas, pero las que son me resulta difícil ordenarlas en una escala. Y tampoco veo el motivo para hacerlo.
Pero insisto en que no son tantas... Claro que eso de las cantidades depende del medidor que uno tenga. En mis casi 40 años diría que solo he estado enamorada de menos de una decena de personas. ¿Es eso mucho o poco? Tal vez podría explicar esto mejor en otra entrada...
Me gusta eso que dices de la estructura de la mente horizontal. Me lo tomo como una alabanza y es justo algo que va muy bien con mi deseo de ver las relaciones de forma horizontal y no vertical.
Pero no entiendo todavía. ¿Yo sería esa persona enamorada sin saberlo? ¿O homo/bi sin saberlo? Porque creo que para mí está muy claro que reconozco mi amor y también mis deseos... Pero tal vez tú entreves algo en lo que voy escribiendo que yo no veo... ¿Y qué es?
Gracias por mostrarme esa imagen proyectada por mi blog. Seguramente en toda imagen parcial hay una parte de realidad que incluso yo desconozco y de la que puedo aprender mucho. En realidad estos comentarios que me haces son un verdadero tesoro para mí :-)
Hasta pronto.
No me asusté, pero lo cierto es que no me esperaba tu respuesta... Me sentí muy halagada, de verdad. Luego pensé que, quizá, yo había sido un poco cortante contigo y que te habías podido sentir molesta o decepcionada. Qué gilipollez, ¿no?
ResponderEliminarNo sé, después de un tiempo con este seudónimo, me da la sensación de que he dejado de ser anónima, de que tengo una historia detrás. Además, he descubierto el placer de decir lo que me dé la gana sin que sepas quién soy. }:-)
¿Una decena de personas? No está mal, Lille. Si damos por sentado que empezaste a enamorarte a la edad de 15 años y que ahora tienes 40, salen 2,4 personas cada 5 años :-p.
Con los ejemplos que puse en el comentario anterior, creo que te he liado más. No quiero decir que tú ahora mismo estés enamorada de un/a amigo/a sin saberlo o que no tengas clara tu orientación sexual, sino que quizá alguna vez te ha pasado algo parecido. Me da la sensación de que no eres de esas personas que, desde los 13 años, ya saben con claridad cuál es su orientación sexual o de las que se enamoran perdidamente de alguien en el mismo instante de conocerle, en plan flechazo. A veces, he pensado que necesitas más tiempo para procesar las emociones... Pero otras no, así que no me eches mucha cuenta.
Gracias por ser tan amable. Sabes cómo agradar a tus lectores. :-)
Me alegra leer que no te asustaste, porque al ver tu respuesta entonces creí tal vez que te había dado a entender cosas que no estaba diciendo.
ResponderEliminarLo cierto es que digas lo que digas, y bajo el seudónimo que sea, sigo sin saber quien eres. Lo digo por si te da más calma :-P
La estadística a la que llegas es más alta que la real. Acabo de probar con la calculadora. Nunca se me había ocurrido verlo así. Y de cualquier modo, ¿eso te parece mucho o poco comparándolo con tu propia vida?
Tienes razón en que no me enamoro de alguien en plan flechazo. Lo de la claridad en saber mi orientación sexual tiene matices. Creo que claro lo he tenido mucho tiempo. Lo que sucede es que ha ido cambiando, porque mi identidad es fluida. Y tú con esto parece que quieres verla de forma esencializada ;-)
Gracias a ti por ser tan amable en contestar y comentar. Me hace mucha ilusión que lo hagas.
Simplemente, pensé que estabas siendo amigable conmigo, nada más. No obstante, si hubiera pensado que pretendías otro tipo de acercamiento, tampoco me hubiera asustado. Lo que sucede es que, por experiencias anteriores, me preocupa el tema de la privacidad en la red.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de la estadística, fue una tontería porque, entre otras cuestiones, asumí cosas que probablemente no son ciertas, como que tienes 40 años o que empezaste a enamorarte a los 15. Sólo quería hacer una broma con el tema de las cifras, porque me resultó gracioso que contaras el número de personas de las que te habías enamorado. Por otra parte, la cifra de unas dos personas cada cinco años no difiere mucho de mi propia experiencia. Otra cosa es la intensidad con la que vivamos o expresemos el amor.
Sí, tienes razón, parece que siempre intento ver las cosas de manera “esencializada”, porque me cuesta menos comprenderlas así… pero mi identidad también es fluida.
Un beso.
A mí también me preocupa la privacidad en la red, evidentemente, cuando escribo bajo seudónimo. Malas experiencias por Internet es muy fácil tener y por desgracia también las he probado yo, así que te entiendo.
ResponderEliminarBien que no haya sustos entonces, sea por lo que sea ;-) Y sigo diciendo, como dije entonces, que si hubiera sido posible me gustaría haberte conocido fuera de la red.
Pues para esa estadística, te diré que no tengo 40 años pero no se aleja mucho, y empecé a enamorarme algo antes, con lo que al final el resultado es más o menos igual. Y sí, por supuesto que es diferente la intensidad de lo que vivimos, pero también entre cada una de las personas de las que nos enamoramos.
Por otra parte, entiendo que el lenguaje habla de las cosas como esencias, y por ello es muy difícil expresarse (y también pensar porque el pensamiento es con palabras) de forma que no se caiga en esa tendencia a verlo todo de forma estática.
Beso para ti también!