02 noviembre 2011

Los hombres cisgénero bailando

Antes no iba nunca a fiestas y a sitios para bailar, pero últimamente sucede más y más. Normalmente suelo ir a sitios de ambiente queer, trans o si acaso lésbico. Y eso me hace olvidar un poco el motivo por el que no quería ir a sitios de baile "normales", donde los hombres cisgénero abundan y el comportamiento heterosexista es desplegado de forma constante ante los ojos de todos. Pero como parte del festival de cine MIX Copenhagen esta semana he acabado en una de esas grandes fiestas en las que hay gente supuestamente de todo tipo. Y sí, al tratarse de una fiesta de un festival de cine LGBT+, mayoritariamente era gente LGBT+, pero el ambiente dentro del local era muy diferente al que encuentro en mis pequeños lugares favoritos. Aquí estaba todo lleno de hipsters y gente cool, jóvenes daneses "blancos" (es decir, de la etnia dominante danesa), de clase media, con mucho interés por la moda, el alcohol y comportarse como un grupo de borregos. Aunque los que actuaban y los DJs fueran de mi ambiente, la mayoría de los que estaban en la pista de baile no lo eran. Y sinceramente me doy cuenta de que ese algo que ya me desagradaba antes y por lo que no quería ir a las fiestas en general, se repetía exactamente igual allí. 

La mayoría de los hombres cisgénero heterosexuales en las discotecas se suelen comportar de una forma que a mí me resulta agresiva, desagradable, enojante incluso. Pues bien, los jóvenes cisgénero que se identifican con el movimiento homosexual gay, vamos, los gays fiesteros que representan el centro del movimiento homosexual estilo Desfile del Orgullo, en realidad se comportan por lo general exactamente igual y me resultan igual de desagradables y agresivos que esos hombres cisgénero heterosexuales cuya compañía no disfrutaba en las fiestas de mi adolescencia. 

Me refiero en concreto a su forma de ocupar el espacio y moverse. Esa actitud con la que muchos actúan a mi me produce un enorme rechazo. Siento que invaden mi espacio, que no respetan ni mi cuerpo ni el de los demás. Que se comportan de forma exageradamente agresiva-sexual ante cualquier persona. Que su lenguaje corporal es dominante y sus miradas son predadoras. La arrogancia que muestran a mí sencillamente me resulta anti atractiva y apaga completamente mi deseo, si es que sentí alguno al ver su aspecto físico, que normalmente no me da ni tiempo porque el cuerpo que veo ya se está moviendo de esa forma.

En realidad las mujeres cisgénero heterosexuales tampoco me suelen resultar atractivas en esos ambientes llenos de hombres cisgénero heterosexuales, sino todo lo contrario. Su fascinación con la agresividad sexual masculina, su forma de admirar el modo en el que los machos ocupan espacio, su babeo y su forma de participar activamente ante un sexismo que claramente las oprime y que parecen desear en lugar de oponerse me deja fría como el hielo, si es que no me produce nausea directamente. 

Me gustan más las fiestas con gente menos cool, más política, más diversa y más underground. En esas macrofiestas homosexuales me siento casi tan fuera de lugar como lo hago en las fiestas heterosexistas... quiero decir, heterosexuales.

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2 comentarios:

  1. Entonces ¿No es algo que me había imaginado yo al salir de fiesta por Copenhague? Veo a mucha gente aquí como si fuesen gallos pavoneándose en su corral, más interesados en la ropa que visten y en una actitud soberbia que en otra cosa. Todo regado con muchísimo alcohol, por supuesto.

    Cuando salgo por ahí y me animo un poco a bailar suelo empezar a recibir empujones, presiones, movimientos etc que me apartarían a un rincón si me dejase. No se si intencionadamente o por efecto del alcohol.

    De todas formas no quiero extender las actitudes que he visto a toda una sociedad por una visión que seguramente está muy sesgada.

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  2. Davidd, todas las visiones que yo doy en mi blog también están muy sesgadas, porque se basan en lo que yo veo e interpreto. Creo que es imposible no ser subjetivo siendo sujeto ;-)

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