27 noviembre 2011

Mandarinas

Me estaba comiendo una mandarina cuando de repente me he parado a pensar que ese acto, tan cotidiano y tan insignificante, para mí es tan privado que normalmente no lo hago delante de nadie que no sea la persona con la que comparto domicilio. Comiendo las mandarinas de esa forma tan particular que, sin ningún motivo real, me parece tan poco mostrable, aunque cientos de veces me ha surgido la oportunidad de hacerlo estando de visita o en un sitio público, o bien me he quedado sin comer o bien me he decidido por otra fruta. 

Y así es como he visto que tampoco como mandarinas delante de ti ni teniendo la oportunidad y que, aunque tenga la confianza para compartir contigo algunas cosas muy íntimas, claramente no tengo ninguna confianza para compartir otras cosas supuestamente nimias. Y eso dice algo que no sé qué me hace sentir.

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2 comentarios:

  1. Jajajaja... ¿Y cómo es esa forma tan particular de comer mandarinas?

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  2. Pues es mi forma... y por ahora ya está ;-)

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