Mi familia nada tiene que ver con mi sangre y mis genes, ni siquiera con la casa en la que he crecido. Desde que era pequeña siempre lo he visto así. No recuerdo haber entendido nunca ni a mis amigos, ni las películas, ni a los profesores, ni a nadie, cuando daban por hecho que el centro del amor y la vida de alguien tiene que tener un origen tan vulgar como la genética o la convivencia. No recuerdo jamás haber estado de acuerdo al oír decir a alguien que todos los padres aman a sus hijos y todos los hijos a sus padres. De hecho, siempre me ha puesto de mal humor escucharlo.
Para mí, mi familia es esa gente que yo siento parte de mi vida y con la que quiero compartir mi intimidad. Es gente que yo elijo, no gente que se me ha impuesto por uno u otro motivo casual e indiferente. Mis padres, mis hermanos, mis abuelos, mis tíos, mis primos, mis suegros, mis cuñados... ¿por qué tienen que tener un estatus especial o ser algo más importante y relevante para mí que la gente a la que yo he encontrado y decidido hacer parte de mi vida?
No, mi familia no son mis padres. Ni mis hermanos. Mi familia es el hombre con el que comparto mi vida y mi domicilio. Es la mujer a la que deseo tener siempre en mi vida y con la que compartiría muchas cosas. Son esos escasos maravillosos amigos que han formado parte de mi experiencia vital durante tantos años y me han dado y les he dado tanto amor. Mi familia serían esos niños y/o niñas a los que adoptaría. Lo demás, es accidental y no implica ni amor, ni comprensión, ni respeto, ni contacto, ni nada que yo no quiera tener.
Y nada me importa que aquellos a los que se supone que debo considerar familia tengan o bien una relación biológica o una jurídica conmigo. Nada me importa que me hayan parido o yo haya crecido en su casa. Ellos solo han sido medios para darme la vida o mantenerla en mi infancia. Nada de ello implica amor ni respeto por ninguna de las partes.
Estoy medio de acuerdo contigo , en un momento de nuestras vidas , elegimos nuestra familia con amigos o pareja , pero tener la suerte de encima tener tu familia " biologica " es maravilloso.
ResponderEliminarLo que a mi me hace feliz es querer y a cuanta mas gente mejor !
Un abrazo
No estoy segura de si esta entrada es la contestación a la pregunta que te hice hace unos días, referente a si tus padres y hermanos estaban al tanto de que preferías que se dirigieran a ti mediante pronombres masculinos.
ResponderEliminarSi es así, de tu respuesta deduzco que las personas que tú entiendes por tu familia sí lo están, pero que las personas que la sociedad entiende por tu familia (parientes de consanguinidad) o no lo están o prefieren no estarlo.
Por lo demás, coincido contigo en que los padres no tienen por qué querer a sus hijos y viceversa (lo mismo sucede con los hermanos); pero lo cierto es que, cuando entre los parientes de consanguinidad existe entendimiento, respeto y apoyo, resulta difícil no sentir que ésa es tu familia más auténtica.
Un beso, Lille.
Es un tema de respeto y agradecimiento. Cuando tienes capacidad de discernir y valorar por ti mismo las situaciones, entiendo que puedas formar una opinión válida para ti. Normalmente se suele hablar de que se es "adulto", pero claro no hay un momento fijo en la vida en la que te conviertes en "adulto". Hay mucha gente con pocos años fisicos que tiene un elevado grado de madurez y otros considerados adultos que siguen siendo inmaduros...
ResponderEliminarDe todas formas tendrás que admitir que existe una edad y situación (tanto física como mental) en la que por nosotros mismos no somos capaces ni de valorar, discernir y decidir acciones y razonamientos "correctos". Si durante este tiempo no hubieras tenido una familia a tu alrededor para guiarte en ésos momentos, serías sin duda un animalillo con mejor o peor suerte.
Considerar a unos o a otros como tu familia es otro tema, pero suelen ser son los padres, hermanos y famililares consanguíneos. Si éstos fueron los responsables de que cuando eras incapaz de valerte por ti mismo pasaras por un calvario y muy mala vida, entiendo que reniegues de ellos y no sientas nada de afecto, pero si echas la vista atrás y encuentras que fueron un soporte para ti, que te guiaron con mejor o peor acierto, que velaron por ti y se preocuparon (incluso cuando tu no lo veias), entonces, como mínimo un poquito de respeto.
No me meto en si lo hicieron bien o mal, si te educaron en un rito u otro o ninguno, si influenciaron en ideas políticas de un color u otro e incluso si te aconsejaron positivamente o negativamente en cuanto a tu orientación sexual.
Por lo menos lo intentaron y merecn un respeto.
No veo que la convivencia sea un origen vulgar, al contrario.
Esta forma de entender la familia me ha causado muchas discusiones a lo largo de mi vida y sé que no es popular. De hecho, los comentarios y las votaciones a esta entrada muestran claramente que no es una opinión que suela gustar leer u oír. Veo que tengo que escribir más sobre esto. Si este blog hubiera existido durante mi adolescencia, casi sería un tratado filosófico sobre este tema :-D
ResponderEliminarMaría. No sé yo si eso de tener a la familia biológica es siempre una suerte. En muchos casos es justo lo contrario. Tal vez tu padre biológico te viola cada noche y el orfanato en el que vivirías sin él te trataría bien...
ResponderEliminarSin embargo, con lo de la felicidad en querer estamos de acuerdo. El amor es un sentimiento agradable, sea por quien sea. Yo solo digo que nada tiene que ver con la sangre.
Un abrazo para ti también y gracias por pasarte por aquí y dejar tu comentario.
Primer anónimo, sí, esta entrada está motivada por tu pregunta. Pero solo es la introducción que me parecía necesaria. He escrito otra entrada en la que contesto directamente a lo que deseabas saber. Aparecerá en breve.
ResponderEliminarEn cuanto a tu último comentario "lo cierto es que, cuando entre los parientes de consanguinidad existe entendimiento, respeto y apoyo, resulta difícil no sentir que ésa es tu familia más auténtica", no me vale. Sencillamente no veo el motivo ni la lógica. ¿Por qué crees que es así? ¿Y por qué tendría que ser así para todo el mundo?
¡Beso de vuelta!
Segundo anónimo, no lo veo así. Admito que existen edades y situaciones en las que no se es capaz de sobrevivir sin ayuda de otro ser humano, y también en las que no se es capaz de razonar de forma adecuada para tomar decisiones que no supongan un peligro para tu vida física y/o mental. Pero no estoy de acuerdo en que en esos momentos sea necesario tener una familia. Al contrario. Creo que en muchos casos tener una familia no solo no ayuda sino que amplía el peligro preexistente en tales edades y situaciones.
ResponderEliminarTampoco entiendo por qué hay que sentir agradecimiento por cosas que son construcciones sociales o actos biológicos. Que alguien me dé la vida no es algo que agradecer. Es solo un hecho. Es casualidad o causalidad biológica. Que sea ese alguien el que me cuide durante mi infancia es básicamente resultado de una construcción social que hemos aceptado como la única válida. No es necesario que sea así. Y tampoco creo que haya que sentir agradecimiento por ello. Del mismo modo que no creo que tenga que agradecer que alguien me quiera. Y nadie me lo tiene que agradecer a mí.
En cuanto a lo del respeto, tampoco entiendo muy bien en qué se basa tu comentario. Primero, porque no veo la falta de respeto en lo que digo. Segundo, porque tampoco creo que haya que respetar en toda circunstancia. Y en este caso en concreto, nadie dice aquí que los familiares consanguineos respeten a los niños (o adultos) solo por compartir con ellos genes o sangre. Y tercero, porque ni todo tipo de educación merece respeto, ni todo intento de hacer algo, independientemente del resultado, lo merece. Al menos no para mí.
La convivencia puede ser un cielo o un infierno. No incluye necesariamente amor, respeto, cuidado o nada positivo. Y por ello, en mi opinión no supone que las personas con las que conviven tengan que ser algo especial y positivo para ti. Además no hay que olvidar que por lo general los niños no pueden elegir con quién conviven. Solo algunos adultos. Y por tanto, una convivencia impuesta no es un motivo para establecer lazos familiares.
Buenas, Lille.
ResponderEliminarSoy la primera anónima. ¿No le ves la lógica? Normal, no es algo racional, sino una cuestión que nace de mis instintos más primarios... Lo siento, no puedo darte la respuesta lógica que esperas. O lo sientes así o no.
En ningún caso digo que esto tenga que ser de la misma forma para todo el mundo. Pero, como ya he dicho, si hay entendimiento, respeto y apoyo por parte de tus parientes de consanguinidad, no encuentro la razón para no sentir que ésa es tu familia. Ahora bien, si no lo hay, entiendo que no consideres que es tu familia.
Espero impaciente la continuación a esta entrada. Gracias.
OK, pero yo no lo siento así, ni tampoco creo que sea diferente cuando hay entendimiento, respeto y apoyo. Das por supuesto que todos los que comparten mi sangre no me han brindado esas buenas experiencias, y sin embargo no es así. Entendimiento, respeto y apoyo son llaves a una mejor comunicación, no llaves a un sentimiento de familia.
ResponderEliminarEs cierto, he dado por hecho que tenías mal rollo con algunos de los que comparten tu sangre. Quizá podrías, entonces, explicarme por qué, a pesar de haber tenido buenas experiencias, no consideras a tus parientes de consanguinidad tu familia.
ResponderEliminarEl que tenga o no tenga buenas experiencias con mis parientes biológicos no los hace más importantes para mí que otras personas con las que no comparto ni genes ni una convivencia durante mi infancia y juventud. No entiendo por qué la sangre o el crecer en una casa me tiene que hacer darles más importancia. No entiendo por qué debo esperar que por cosas que yo considero casuales y no importantes (genética, convivencia infantil, parentesco jurídico) esas personas me quieran más, me vayan a apoyar más, vayan a estar más a mi lado, o lo que sea, que gente con la que no comparto esos lazos "familiares" pero que sin embargo siento que está ahí, o por qué debo yo sentir ningún lazo especial o un amor más profundo, más real, más sincero (o establecer una jerarquía o situarlos en la cima, cosa que detestaría) que por gente que he encontrado en mi camino y he elegido yo.
ResponderEliminarYo no digo que tengan que ser más importantes tus parientes que las personas que has elegido a lo largo de tu vida... Sin embargo, da la sensación de que eres tú mismo quien estableces jerarquías en las relaciones.
ResponderEliminarPara mí, mi pareja y mi mejor amigo son igual de importantes que mi familia de sangre. De hecho, también son mi familia. Pero, ¿por qué tus parientes no son también tu familia?
Cuando digo que detestaría situarlos en la cima, quiero decir a ellos o a cualquiera, aunque ahora al leerlo veo que se puede malinterpretar.
ResponderEliminarPero por qué es tu familia de sangre tu familia? Eso es lo que yo no entiendo...
Porque mi familia (mis padres y mi hermana) siempre me ha querido tal como y soy, al igual que mis amigos y mi pareja.
ResponderEliminarY porque "madre no hay más que una". Es broma. :-p
Pero qué tiene que ver la biología, los parentescos jurídicos o la convivencia durante tu infancia en todo eso? Tus padres y hermana entonces son como tus amigos y tu pareja, y además tu familia, porque tú lo eliges así, no por nada de lo relacionado con el parentesco y lo que supone la sociedad. Es casualidad que sean ellos y no otros. Y el tipo de amor no sé en qué se diferencia...
ResponderEliminarEres experto en deconstruir ideas, Lille. :-)
ResponderEliminarNo sé explicar cómo afecta la biología en los sentimientos que albergo hacia mi familia de sangre, pero es así. Por ejemplo, siento que mi hermana es parte de mí misma, de una forma que difícilmente puede serlo otra persona.
De verdad, no sé qué más decirte... Me he divertido mucho con esta especie de conversación en tiempo real.
Te seguiré leyendo. Buenas noches.
Bueno, tanto como experto no sé yo, pero gracias :-)
ResponderEliminarEstá bien. Tú lo sientes así, y a mí me parece ilógico e incomprensible. Yo jamás lo he sentido así. La biología no cambia nada para mí, no significa nada.
A mí también me gusta tener alguien que debata las ideas que expongo en mi blog y que se tome el tiempo para ello. Se siente mucho más como que alguien escucha en el otro lado. La mayor parte del tiempo es difícil saber qué piensa la gente de lo que escribo, así que gracias.
Y buenas noches, aunque sea otra noche diferente :-)