14 noviembre 2010

Dímelo claramente

Me das un toque. Me escribes un email. Me dices que me echas de menos pero al mismo tiempo añades que no te atreves a tener contacto conmigo. ¿Entonces para qué me escribes? ¿Para qué el toque? ¿Para qué todo esto? No te entiendo. ¿Qué buscas? ¿Limpiar tu conciencia diciéndome palabras bonitas y que sientes lo que me has hecho? ¿O volver a tener contacto? ¿Ser amigas otra vez? ¿O tal vez aquel polvo exótico y prohibido que no conseguiste? No lo entiendo y sin entenderlo no voy a actuar de ningún modo. Se más clara y entonces yo sabré ante qué tengo que reaccionar. Sin saber lo que pretendes, ¿cómo quieres que te conteste? ¿O es que no quieres una respuesta? Pero entonces, ¿para qué insistes?

votar





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si tienes problemas para dejar tu comentario, vuelve a pulsar en "Publicar". Casi siempre con insistir un par de veces funciona. Si no también puedes enviármelo a mi email en lilleskvat(a)gmail.com