23 diciembre 2010

Ahorcando al duende de navidad

Hoy una historia verídica danesa. 

Aquí, como cuento en otra entrada, la gente suele decorar las casas con duendes de navidad. Pero eso no es bien visto por las facciones más extremas de la iglesia protestante danesa. Y no se debe a que no crean en los duendes, sino a que creen que son espíritus diabólicos que hacen daño, especialmente a los niños. Por eso, un sacerdote radical de Jutlandia este mes de diciembre decidió dar ejemplo y colgó un duende de la iglesia del pueblo. No colgado como decoración, como suele ser. Ahorcado. Eso creó un gran revuelo, porque la gran mayoría de los daneses tiene simpatía por sus duendes navideños. Y al final lo que sucedió es que una mañana el duende ya no estaba en su horca. Había sido secuestrado por un habitante del pueblo que no quiere que el sacerdote arruine la navidad. La policía no se quiere mezclar en el asunto y el salvador de la navidad se niega a entregar el duende hasta que se acabe la navidad, supongo que para estar seguro de recibir sus regalos. 

Lo curioso es que luego los daneses muestran historias igual de pintorescas sobre los creyentes de otras religiones, sin entender que ellos mismos tienen esas mismas situaciones coloridas.

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