El ginecólogo y los guantes

Los ginecólogos en general no sé para qué leche se ponen guantes si luego hacen lo que hacen con ellos puestos. Me explico. Tú te pones allí con las piernas abiertas y cuando el tío o la tía de turno se te acerca, se pone un par de guantes de látex antes de tocarte, en teoría tanto por su seguridad como por la tuya. Hasta ahí muy bien y todo muy lógico. El problema es lo siguiente. Con la mano en la que ya tiene el guante con el que te va a meter los dedos coge la silla y se la acerca, o mueve la lámpara para ver mejor, o abre el cajón para sacar algo que había olvidado, o toca todos los mandos de su máquina de hacer ecografías, o se tropieza con tu zapato que está en su camino porque tú tienes los pies en alto. Y tú mientras observas con cara de horror como después de tocar todo lo que hay en su cercanía acerca su mano y te toca por dentro hasta en el estómago si se descuida un poco. Y lo peor de todo es que de nada sirve cambiar de ginecólogo. Llegas al siguiente y todavía es peor. Cuando saca los dedos después haberte explorado, toca con el guante y tus restillos otra vez la lámpara, la silla o lo que sea. Y entonces más horrorizada todavía cambias otra vez y al final acabas casi por no querer ni mirar a ver qué es lo que están haciendo los muy cerdos y cerdas. Vamos, que protegerse a ellos sí que lo hacen, pero protegerte a ti directamente les resbala :-(