Pillar una mentira cuando "todo" son mentiras

Resulta que a ese amigo del que ya he hablado otra vez comentando que es difícil saber hasta qué punto llega la verdad y dónde empieza la exageración le ha dado esta semana uno de esos ataques de mentir. Y sinceramente me hubiera dado igual, como siempre, incluso me hubiera divertido un poco con ello, también como siempre, si no fuera porque esta vez tengo pruebas claras e indudables de que lo que dice es mentira y encima se permite escribirme un email para echarme una bronca basada en su mentira. Y ya para rematarlo, un día más tarde se vuelven dos emails, porque como no había contestado al primero me ha vuelto a escribir quejándose. Amablemente, eso sí, pero quejándose al fin y al cabo. Esta vez, claro, he contestado diciéndole las cosas como las veo y no sé si recibiré respuesta. Y menos todavía el tipo de la misma...

El asunto es que cuando uno miente, debería hacerlo con más estilo o al menos con la seguridad de que no le van a pillar en la mentira. Además, si uno tiene por costumbre "alterar la realidad", es más fácil que te vean los errores en lo que dices, si hoy es A y al mes ya no recuerda y dice B. Para mentir constantemente hay que tener una línea clara a la que ser fiel o al menos una memoria prodigiosa para no desmentir lo dicho anteriormente. Y por último no demasiado orgullo para reconocer las cosas como son en realidad cuando te han acorralado y la mentira no se puede mantener.