02 septiembre 2008

Los precios del hotel cambian según le da la gana a la recepcionista

Llegamos a Colonia en Alemania con la intención de pasar la noche allí después de ver la ciudad. Al ir a la Información Turística nos dice el hombre que hay una feria en la ciudad y que todos los hoteles baratos están llenos y que los caros son mucho más caros que suelen. Nos recomienda ir a otra ciudad, ya que tenemos el coche. Bien, pues eso decidimos, a Bonn que está de camino a Luxemburgo, que es el siguiente lugar que queremos visitar, y así de paso vemos esta antigua capital alemana.

Llegamos a Bonn y empezamos a buscar hotel a las 20 horas. Todo está lleno. Encontramos un hotel de cuatro estrellas a las 21 horas en el que la recepcionista dice que hay habitaciones por 122 euros. Es carísimo para nuestro presupuesto así que seguimos buscando. A las 24 horas, después de haber probado en toda la ciudad y no conseguir nada, porque aparentemente también hay un festival en Bonn, nos volvemos al único sitio donde había habitaciones, ese hotel de cuatro estrellas que se llama Hotel President. Hay otra nueva recepcionista. Preguntamos el precio por una habitación doble y nos dice 110 euros. Decimos que sí y entonces nos pide los pasaportes y tal, y cuando ya estamos haciendo la reserva dice: "para dos personas son 129 euros". Pero vamos a ver, ¿y cuántos estamos en la recepción a esa hora preguntando por una habitación doble? ¿Era ciega hace un momento o qué? Me quejo diciendo que la recepcionista anterior me dijo que eran 122 euros y me dice: "Lo pagáis vosotros y no vuestra compañía, ¿verdad?... Ok, 122 euros". Y al final nos tocó pagar por la noche más del doble de lo que hemos pagado en ningún otro sitio de Alemania por una habitación normalita, sin desayuno, y después de haber perdido toda la tarde y noche y el buen humor buscando un puñetero hotel.

Y en conclusión uno saca claro que la recepcionista pone el precio que le sale del pito y, además cuando ve que no tienes otra opción, te lo sube por la cara. ¡Genial!

Así que ya sabéis, no vayáis a ese hotel.

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2 comentarios:

  1. Yo creo que la conclusion no deberia ser esa, sino mirad si hay ferias/congresos/fiestas en la ciudad antes de llegar alli sin reserva, que luego los de los hoteles son unos listos.

    Y aunque la teoria me la se, ya repetire nuevamente lo de Vancouver... eso si, al menos no me toco dormir en la calle.

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  2. Sí, también eso, buen consejo. Si hay una feria/congreso/fiesta nacional o similar mejor te vas en otro momento.

    Eso me recuerda en una ocasión que fui a París el 14 de julio (que se celebra el día nacional como conmemoración de la toma de la Bastilla) y TODO era un desastre. Estaba todo cerrado. No había transporte normal. No se podía pasar por las calles del centro. No había sitios abiertos para comer o comprar o similar. Todos los sitios turísticos cerrados. Vamos, que o te tragabas el desfile militar (y, no gracias, paso) o te paseabas por el desierto en versión ciudad fantasma parisina.

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