Me pregunto yo por qué algunos de los bichillos que viven con nosotros son considerados como asquerosos y otros nos dan igual. Así, a casi todo español le dan espasmos con pensar en una cucaracha pero si le dices que en tu casa hay pececillos de plata te dicen tan tranquilos "bah, pero esos no hacen nada". Igualmente a un español no le suele gustar tener arañas en su casa y sin embargo a un danés le da completamente igual, incluso piensan que dan suerte. En Tailandia comen cucarachas. En India hay un templo en el que las ratas son veneradas y consideradas como dioses, por lo que el suelo está lleno de ellas, y si te pasa una por los pies (que están descalzos, claro, es un templo) pues es buena suerte. Muchos daneses piensan que las gambas, los cangrejos, etc. son "bichos" que no les suelen gustar en la comida, desde luego no si tienen que pelarlos ellos mismos. Y eso de tener tentáculos en el plato, estilo calamar o pulpo, es una idea asquerosísima para ellos.
Conclusión: ese asco que nos dan los bichitos es cultural. Aún así, yo me pongo enferma cada vez que entro a mi cocina por la noche y veo a los pececillos de plata corren por el suelo.
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