Este hombre está tan acostumbrado a ser el único que tiene derecho a mandar, opinar, decidir, etc., que se comporta como un déspota y al mismo tiempo como un crío malcriado que tiene que tener toda la atención y todo debe girar en torno a sus deseos. ¡Es una pesadez! Una tarde de conversación con él es una lista de desagravios contra la inteligencia de las mujeres, las habilidades de las mujeres, etc. Además de un constante decirle a su madre "cállate", "cálmate", "estoy hablando yo", "traeme esto", "haz esto otro", "dime eso que no recuerdo", "desde ahora ya no vas a hacer esto", "quiero que aprendas a hacer esto otro"... ¡Es insoportable! Y lo peor es que nadie reacciona. Escuchamos horas y horas de monólogos en los que solo habla él. Si empezamos a hablar los demás, él siempre tiene algo que comentar que se convierte en un giro de conversación para que pueda seguir con su monólogo. Si se cuenta algo, él siempre sabe más sobre el tema, o si hay que hacer algo, él por supuesto como hombre sabe hacerlo mejor. ¡Qué pedazo de ego!
Por cierto que luego creen los habitantes del sur de Europa que por aquí arriba el machismo no existe. ¡Pues jamás he conocido a nadie en España con ese nivel de machismo! Y este es un danés con educación superior y de ciudad.
Millones de veces mejor un machista que no una feminazi española.
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