02 julio 2008
¿De quién es el turno de llamar?
Me fascina que los adultos en muchas cosas somos igual que los niños. Por ejemplo, a la hora de llamar a tus amigos, a veces parece que hay que ver quién de los dos es el que tiene que hacerlo en esta ocasión. Es como que si tú me has llamado a mí la última vez, no vas a tener ahora que llamar también, es mi turno, la hora de demostrar que tengo interés. Y si yo no llamo, pues la llamada se queda ahí, sin hacerse durante días o semanas o meses, según el tamaño del orgullo del otro. De hecho creo que muchas amistades terminan así, no porque en realidad se tuviera intención de dejar de hablar sino porque "él/ella no me quiso llamar o sea que no tendría interés". ¿No sería más fácil llamar cuando uno tiene ganas y dejar de jugar a tonterías, a ver si es tu turno o el suyo?
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