19 junio 2008

Un falso africano

El otro día estuvimos cenando en Kimbumbu, un restaurante africano que hay en Chueca. Y la verdad es que de africano lo que tenía era, para ser claros, ¡nada! Eso sí, de lo que los españoles creen que es un africano probablemente tenía mucho. Curiosamente luego he estado leyendo comentarios en Ciao! y parece que a la gente en general le gusta.

¿Y por qué a mí no me gustó? Pues es que creo que si voy a comer a un africano, tengo que comer comida africana. El ambiente y la decoración tampoco importan tanto, pero si son auténticos y agradables, pues también mejor, claro.

En mi opinión el sitio tenía la típica decoración que un "flipadillo" que no ha estado en África piensa que es típica de allí. A los pobres camareros los hacen ir disfrazados con un traje que se supone típico de algún sitio de África. La música muy pesada, la típica que los extranjeros creen que escuchan los africanos, repetitiva y no muy buena. Y la comida era una fusión que en la carta venía descrita con ingredientes habituales y otros "exóticos" como ñame o batata, pero que en realidad eran trozos de cosas normales con un trocito diminuto del ingrediente exótico. Vamos, que si te pedías el pollo solo para probar el ñame mejor te pedías otra cosa porque desde luego que el ñame no lo ibas a saborear mucho. Lo peor de todo en mi opinión fue la calidad de las carnes. No era suficiente con que la calidad de la comida en general no fuera buena, sino que para recolmo las piezas de carne eran de trozos malos, con nervios, tendones, huesecillos, grasa, etc... Vamos, un verdadero placer. Supongo que tal vez piensan que como es comida africana tiene que ser de esa excelente calidad. Y luego el precio tampoco es que fuera para celebrarlo...

En resumen, lo que más me molestó, como me suele molestar, era esa afición por hacer sitios falsos y pretender que parezcan auténticos. Parece que si vas a un africano y hay tambores, a un chino y hay peces dorados, a un japonés y hay caligrafía, a un indio y hay imágenes de Krishna..., y en todos música tradicional de la que nadie escucha en el país que se pretende imitar, camareros vestidos con disfraces y cocineros españoles que ponen un par de ingredientes exóticos ya se puede tener un restaurante "étnico". Creo que un africano se hubiera flipado literalmente al ver el restaurante y comer la comida.

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