Hemos estado viendo un documental en la Casa Encendida que se llama "¡Mezquita no!" y que va sobre un grupo de vecinos en un barrio de un suburbio de Barcelona al que le da un ataque de racismo y xenofobia y se lanza a la calle para luchar contra la existencia de una mezquita en su barrio. El documental presenta los hechos desde el punto de vista de todos los implicados: los vecinos que protestan, los musulmanes que tienen su mezquita y el ayuntamiento. En el documental, para no variar, los vecinos intentan encubrir su racismo y xenofobia con razones falsas y más bonitas o aceptables como que "el local no es apto para un oratorio". Para empezar os recomiendo que veáis la peli, porque es muy interesante.
Para seguir me llama la atención una cosa que sucede en el documental todo el tiempo y que veo constantemente también en la vida de cada día: los musulmanes que aparecen hablando, además de pedir sus derechos, se esfuerzan muchísimo en presentarse y mostrar su interés en integrarse, en obedecer las leyes, en cumplir no solo con sus derechos sino con sus obligaciones, en dar una imagen positiva del islam y del mundo árabe en general, etc. Me parece a mí que por culpa de lo que unos pocos han hecho, esos a los que se llama erróneamente integristas islámicos o, todavía peor, islamistas, la gran mayoría de los musulmanes se ve impelida a exculparse y explicarse, a disculparse y aclarar constantemente que el islam no es así, que los musulmanes no son todos iguales, etc. Considerando el terrible racismo antiislámico que hay en Occidente, sobre todo desde que las bombas de algunos terroristas nos afectaron en esta zona del mundo, no es de extrañar que sientan cuando hablas con ellos y sobre todo cuando hablan en público la necesidad de explicarse y de intentar dar a entender mejor su religión y su cultura. Sin embargo, a mí me resulta innecesario. Cuando uno está viendo un documental en el que un grupo de bárbaros españoles está claramente pisando los derechos de estas personas a ejercer su libertad religiosa, los entrevistados musulmanes no deberían necesitar hacer hincapié en sus obligaciones como ciudadanos, sino solo en sus derechos. Es triste que además de estar en minoría en nuestras sociedades y de tener que soportar constantemente la mirada negativa de los otros ciudadanos, tampoco se pueda luchar por conseguir la igualdad sin tener que tener cuidado de no parecer "demasiado diferente". En realidad, lo que tendrían que hacer es luchar por poder conservar esa diferencia y, además, ser tratados con igualdad, dignidad y respeto.
El Corán se divide en 114 Suras o capítulos. La Sura número 4 es la que hace referencia a las mujeres. Después de leerla, me permito adjuntaros algunas de sus partes como ejemplo de lo que significaría la presencia de un partido islamista en España. Las que apunto no son especialmente las peores. Aquí tenéis algunas perlas del Corán, ese libro que para millones de seres humanos ES LEY y como tal debe cumplirse al pie de la letra:
ResponderEliminar15. Llamad a cuatro testigos de vosotros contra aquéllas de vuestras mujeres que cometan deshonestidad. Si atestiguan, recluidlas en casa hasta que mueran o hasta que Alá les procure una salida.
18. Que no espere perdón quien sigue obrando mal hasta que, en el artículo de la muerte, dice: "Ahora me arrepiento". Ni tampoco quienes mueren siendo infieles. A éstos les hemos preparado un castigo doloroso.
24. Y las mujeres casadas, a menos que sean esclavas vuestras. ¡Mandato de Alá! Os están permitidas todas las otras mujeres, con tal que las busquéis con vuestra hacienda, con intención de casaros, no por fornicar. Retribuid, como cosa debida, a aquellas de quienes habéis gozado como esposas. No hay inconveniente en que decidáis algo de común acuerdo después de cumplir con lo debido. Alá es omnisciente, sabio.
25. Quien de vosotros no disponga de los medios necesarios para casarse con mujeres libres creyentes, que tome mujer de entre vuestras jóvenes esclavas creyentes. Alá conoce bien vuestra fe. Salís los unos de los otros. Casaos con ellas con permiso de sus amos y dadles la dote conforme al uso, como a mujeres honestas, no como a fornicadoras o como amantes. Si estas mujeres se casan y cometen una deshonestidad, sufrirán la mitad del castigo que las mujeres libres. Esto va dirigido a aquellos de vosotros que tengan miedo de caer en pecado. Sin embargo, es mejor para vosotros que tengáis paciencia. Alá es indulgente, misericordioso.
34. Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Alá ha dado a unos más que a otros y de los bienes que gastan. Las mujeres virtuosas son devotas y cuidan, en ausencia de sus maridos, de lo que Alá manda que cuiden. ¡Amonestad a aquellas de quienes temáis que se rebelen, dejadlas solas en el lecho, pegadles! Si os obedecen, no os metáis más con ellas. Alá es excelso, grande.
56. A quienes no crean en Nuestros signos les arrojaremos a un Fuego. Siempre que se les consuma la piel, se la repondremos, para que gusten el castigo. Alá es poderoso, sabio.
74. ¡Que quienes cambian la vida de acá por la otra combatan por Alá! A quien. combatiendo por Alá, sea muerto o salga victorioso, le daremos una magnífica recompensa.
89. Querrían que, como ellos, no creyerais, para ser iguales que ellos. No hagáis, pues, amigos entre ellos hasta que hayan emigrado por Alá. Si cambian de propósito, apoderaos de ellos y matadles donde les encontréis. No aceptéis su amistad ni auxilio,
117. En lugar de invocarle a Él, no invocan sino a deidades femeninas. No invocan más que a un demonio rebelde.
128. Y si una mujer teme malos tratos o aversión por parte de su marido, no hay inconveniente en que se reconcilien, pues es mejor la reconciliación. El ánimo es propenso a la codicia, pero si hacéis bien a otros y teméis a Alá,... Alá está bien informado de lo que hacéis.
129. No podréis ser justos con vuestras mujeres, aun si lo deseáis. No seáis, pues, tan parciales que dejéis a una de ellas como en suspenso. Si ponéis paz y teméis a Alá,... Alá es indulgente, misericordioso.
Sin comentarios... Y esta parte no es la peor. Podríamos hablar de la ablación, el velo, la lapidación, el burka, etcétera, etcétera.