Le acabo de contar a K sobre la entrada anterior y la foto de Chueca y me dice que si él tuviera un blog escribiría sobre que una monja la semana pasada se santiguó al cruzarse con él y que, aunque no cree que tuviera nada que ver con él, le produjo muy mal rollo, porque parecía que era al verle a él que lo hizo. A mí cuando me lo contó también me cabreó pensando que, si de verdad era por él, la monja no tenía vergüenza. Y que tenía que haber estado yo a su lado para preguntarle a la mujer qué problema tenía exactamente.
Así que ya veis, a veces que alguien se santigüe delante de ti puede darte muy mala impresión y te puedes sentir incluso agredido o insultado.
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