Envidia de los conocimientos de un niño de 10 años

Estaba leyendo el otro día en el periódico de la universidad que Leonardo Da Vinci hubiera asesinado por adquirir los conocimientos que tiene un niño normal que va a la escuela con 10 años. Y es que, si lo piensas, los humanos hoy incluso siendo tan jóvenes tenemos una cantidad de conocimiento acumulado en nuestro cerebro que dejaría atónitos a los más listos de épocas pasadas.

Un niño de hoy sabe un poco de todo. Tal vez no lo entiende bien o no sabe los principios que hay detrás de lo que sabe, pero saber sabe un montón de cosas: desde que los humanos descendemos de los monos hasta que la Tierra es redonda y es un planeta que gira, como los otros, alrededor del Sol. Sabe que tenemos venas, sangre que circula, un cerebro, comemos vitaminas, sabe de dónde vienen los niños, y cómo evitarlos, que si plantan una semilla crece una planta, que en otra época hubo dinosaurios, que llueve porque el agua del océano se evapora, que se puede volar con aviones, que la gravedad hace que todo caiga, que el tiempo se puede medir con relojes, que en otros países hablan otros idiomas y creen en otros dioses, que en el centro de la Tierra hay lava, que se puede viajar hasta la Luna, que con la electricidad se puede encender una bombilla y con un teléfono hablar con el otro lado del planeta, que las cosas en tres dimensiones se pueden fotografiar en dos, que se puede grabar el sonido y las imágenes (incluso el movimiento), que 2 y 2 son 4, que en el Polo Norte hay osos polares y en el Polo Sur hay pingüinos (aunque nunca han estado en ninguno de los dos sitios), que... La lista parece infinita. Y son todos conocimientos que nos parecen básicos, estúpidos, cosas tan elementales que se espera que todo el mundo las sepa.

Sin embargo, como dice K, aunque un niño de 10 años sepa todas esas cosas, y aunque si de repente viajara al siglo XV le intentarían ordeñar todos sus conocimientos, probablemente no sabría cómo sobrevivir en esa época. Ahora no sabe cómo fabricar su ropa, cómo elegir la seta adecuada para comérsela y no morir en el intento o cómo cagar y limpiarse sin tener papel higiénico.

Por otra parte, si Leonardo estuviera en esta época probablemente no sería nada, ni listo ni rico ni famoso ni nada. Sus intereses eran demasiado amplios como para centrarse en una única cosa y hacerse experto en ella, y eso hoy no sirve de nada.