Varios años yendo en la manifestación del Orgullo LGTB desde que estoy con K he notado que mucha gente nos mira. Algunos ayer se nos acercaban a informarnos de cosas "homo" para que "nosotros los hétero" entendiéramos cómo es vivir siendo "homo". Y lo cierto es que creo que todos los años y en todos los sitios parece que la manifestación olvida, aunque esté en su título (LGTB, vamos, lésbico, gay, transexual y BISEXUAL), que nosotros los bis también existimos y que no necesariamente se nos ve si vamos con una persona del sexo opuesto.
Igualmente cuando me paseo por Chueca con K si vamos de la mano o nos besamos sé de buena tinta que mucha gente lo interpreta como una demostración anti-homosexual. ¡Y yo me pregunto si no saben que los bis también vamos a Chueca! De hecho sé que a más de uno y una le molesta que nosotros "los heteros" vayamos al ambiente. (También habría que discutir por qué está mal que los héteros vayan, pero eso es otro tema).
Así que, como digo en el título, voy a tener que hacerme una camiseta en la que ponga algo sobre la bisexualidad para llevarla a las manifestaciones y poder reclamar así también nuestro derecho a existir... para recordárselo tanto a los heteros y homófobos como a los homos y bífobos.
Y que detras ponga "me gustas tu... y tu... y tu
ResponderEliminarTu no! Asi que no pongas esa cara"
Al final, la mayoría de la gente es xfoba. Da igual en qué se es, lo importante es lograr saber cúal es la fobia que nos define como personas, y no sólo cuando hablamos de sexo. Pero ahí está el error. Creo que hay otras maneras mejores y más positivas para definirse.
ResponderEliminarParticularmente, me defino igual que tú, bisexual, e igualmente me suelo fijar en ciertas cuestiones que me afectan como a ti, como por ejemplo, cuando voy a Chueca.
Todavía recuerdo cómo me miraban unos amigos de un chaval con el que medio-salía antes de estar con Javier, cuando poco después de cortar (si se puede llamar así) me vieron con...oh! Dios...una chica. Sé feacientemente que esa noche los móviles de estos mamelucos empezaron a llamar a mi susodicho "ex" para confirmarle lo "mala persona" que era. Si ya con anterioridad no me tragaban porque no me ajustaba al prototipo "gay"(qué es eso de llevar de vacaciones a tu chico a El escorial, habiendo Sitges), esto fue la gota que colmó su vaso, el cual por cierto, no sé si en algún momento de sus vidas se llegaron a dar cuenta que estaba infectado de las mismas fobias de las que tanto se quejaban, pero eso sí, sólo para con ellos, en sus fabulosas e irrenunciables quedadas semanales en las que se despellejaba a alguien o a algo mientras se veía "Gran Hermano" (qué gran plan!). También recuerdo un premeditado café que una profesora de la Uni me tenía preparado con toda una batería de preguntas previamente seleccionadas y ordenadas, que se le fue al garete a la primera de cambio. Resultó que yo tenía pareja, pero su cara se iba impresionando cada vez más y más, a medida que sus preguntas iban siendo contestadas: "Javier", "No soy homosexual","bisexual". La verdad, creo que fui demasiado crudo con ella... me hubiera gustado que siguiera preguntando sobre qué tipo de pareja tengo, aunque creo que le dí el café y se espantó.
Sólo hay que pasarse por la web de Cogam para, horror!!!, ver cómo existen pisos LGTB. ¿Qué pasa, que los ladrillos son diferentes, que los wc´s huelen más "cool"?. Pues no. Supuestamente son pisos donde viven LGTB´s y sólo quieren LGTB´s. Merece al menos una sonrisa.
La verdad, no sé ya si tengo razón o no, pero desde luego ¡qué incómodo es escribir LGTB, joder!!!!.