¡Demasiado heterosexual!

Una parte de la charla con A ayer sinceramente me dejó un poco descolocada... Ahora resulta que parezco demasiado hetero. ¡Me alucino!

Ya sé que decías al final que no es que tengas ningún problema con que también tenga una parte hetero. Eso ya lo sé y lo entiendo. Hablabas más de que te ofendía que pusiera a Per antes... Pero aún así lo primero y lo más directo que te salió es que "me había vuelto demasiado hetero". Así que, ya que ayer no tuvimos tiempo para hablarlo por teléfono porque me tenía que ir, me voy a explicar aquí... Y ya de paso todos los demás que lo lean pueden ver qué pasa conmigo: ¿Hetero? ¿Homo?

Ante todo, lo que pasa conmigo es que no soy ni hetero ni homo, soy bi. Vamos, que no soy ninguna de las dos cosas en exclusiva porque ¡soy las dos cosas a la vez! Porque en realidad ser bisexual lo que significa es ser homosexual y heterosexual al mismo tiempo, por separado pero junto en mi persona. Eso con el tiempo ya no es una novedad para nadie. Pero aún así sigo sintiendo desconcierto entre la gente. Parece que no soy suficientemente homo para los homos ni hetero para los heteros.

Por casualidad la vida que vivo ahora es una vida en apariencia hetero. Durante muchos años vivía una vida en apariencia homo. En la práctica o tienes un novio y una novia al mismo tiempo o para los demás es difícil ver que te interesan los dos sexos.

Lo más extraño para mí es que aunque todo el mundo parece entender eso de ser bisexual, es decir, todos saben lo que significa la palabra, en la vida real pocos recuerdan que existimos. Pero sobre los prejuicios y la discriminación que sufrimos mejor hablo en otra entrada.

Aunque soy bi, cuando pienso sobre mí misma pienso más en mí como homosexual. Todavía hoy viviendo una vida hétero suelo decir "nosotros los homos" ya que yo de verdad que me siento homosexual. ¡Porque lo soy! ¡Lo soy! ¡Tengo esa parte! Y esa parte homo de mí tiene mucho más carácter definitorio que la parte hetero. Ser hetero es fácil, no hay que luchar por tus derechos para ser tratado con dignidad. Ser homo normalmente te crea muchos más problemas. Desde luego que al menos en mi vida ha sido así.

Lo que sucede sobre todo es que me desconcierta y me duele un poco eso de ser considerada demasiado hetero. Me desconcierta porque me cuesta creer que después de tantos años fuera del armario y luchando por romper los prejuicios de la gente alguien me diga que soy demasiado hetero. Para mí eso es un poco como decir que soy anti-homosexual. ¡Y pues va a ser que no! Y me duele porque me hace sentir incomprendida.

Vamos a ver... Mi vida no me parece precisamente la de alguien demasiado hetero. Si hasta cuando era muy joven y no sabía que era lesbiana, la gente a mi alrededor lo pensaba sobre mí y yo no me escandalizaba y lo desmentía, sino más bien todo lo contrario. Me parecían prejuicios que se basaban en que tenía el pelo corto y una apariencia no tan femenina, e incomprensión hacia mis sentimientos por mis amigas. Pero NUNCA algo malo. Después, cuando por fin descubrí yo que lo que sentía era atracción también física por alguna chica, casi lo primero que hice fue contárselo a todos mis amigos y amigas. ¡Y algunos no reaccionaron precisamente de forma tolerante! ¡Especialmente varios de los que después han confesado ser ellos mismos homos! Luego, como tenía una novia que ella misma tenía prejuicios contra eso de ser homosexual y sentía miedo a que lo supieran los demás, ella me obligó a meterme en el armario con alguna gente. O al menos a nuestra relación. Yo seguía siendo homo, pero no estaba con ella. Tras años de discusiones por fin nos saqué del armario... ¡a lo grande!: en todas las facetas de mi vida estaba fuera del armario: familia, estudios, trabajo, amigos, conocidos, todo. Poco después se acabó nuestra relación, pero yo, que seguía siendo la misma, continué fuera del armario. Empecé a tener una relación heterosexual con el que ahora es mi esposo. Y tanto él como sus conocidos y familia, todos saben que yo soy bisexual. Y en mi vida, en mis estudios, mi trabajo, etc., nunca lo mantengo en secreto. ¿Demasiado hetero entonces?

Por otra parte, desde el principio he sido muy activista en la reivindicación de nuestros derechos como colectivo LGTB. En España desde el principio iba a COGAM. Aquí en Copenhague también he participado en las actividades de otras asociaciones como BLUS y LBL. A las manifestaciones del Orgullo iba incluso cuando solo había 40. En el presente, por supuesto, sigo yendo y creo que hay que ir, como ya expliqué el otro día en otra entrada, para defender nuestros derechos. Escribo este blog en el que hablo abiertamente de mi bisexualidad. Gran parte de mis amigos son homosexuales. En la universidad mis trabajos y estudios a menudo tienen que ver con la homosexualidad... Y puedo seguir así un buen rato. ¿Soy demasiado hetero?

Vamos, resumiendo: SOY BISEXUAL, mi IDENTIDAD como persona es tanto heterosexual como homosexual, y si tengo que definirme como una de las dos cosas, definitivamente soy más homo que hetero. Porque eso es lo que siempre he sido. Eso es lo que sigo siendo. Es lo que siempre he defendido. PERO me siento atraída sexualmente TANTO POR HOMBRES COMO POR MUJERES. Y eso lo hago EN IGUAL MEDIDA. ¡Porque lo que me atraen son las PERSONAS! Y sinceramente conozco a muy poca gente que viva una vida tan fuera del armario como yo. ¡Aunque tenga sexo y una relación estable con un hombre!