Si algo puede arruinar una barbacoa es que no se caliente lo suficiente para poder cocinar sobre ella. Si a esto encima le añadimos que lo intentamos al anochecer ya demasiado tarde y que como no funcionaba bien tardó tanto que se hizo completamente oscuro antes de que acabáramos y no teníamos luces en el camping, ya ni qué decir tiene... Vamos, que comimos un trozo de atún medio hecho y una berenjena más seca que una suela en la completa oscuridad sin saber si lo que metíamos en la boca era el atún o un trozo de césped.
Y que conste que no es que fuéramos pardillos y no supiéramos hacerlo. De hecho el día anterior funcionó perfectamente y comimos de lujo. Pero esta era de otra marca (son de esas de un solo uso) y aparentemente una chapuza.
Al menos no os llovio en mitad de la barbacoa, asi que no os quejeis mucho. Que podria haber sido peor.
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