Como se puede ver, en los últimos días hay un poco de polémica con una de mis entradas en el blog...
Eso produce mi nueva reflexión. A veces comunicarse con exactitud es dificilísimo. Crees estar diciendo las cosas clarísimas o haber entendido perfectamente lo que el otro ha dicho y no es así. Y eso es especialmente aplicable a lo que se escribe, porque mientras se escribe no se recibe la respuesta del otro y te puedes liar con una cosa durante horas que el otro no ha querido decir así. Y cuando llega el otro y lee lo que tú has entendido de forma errónea también lee todas las comeduras de cabeza sobre ese tema mal interpretado. Pero no solo por escrito hay ese riesgo, también por teléfono o por chat. No se ven las expresiones faciales. Por chat además no se va al mismo ritmo que una conversación normal. Y si encima la conversación se deja a medias por algún motivo, el campo para los malentendidos está más que sembrado.
Lo mejor entonces es hablar las cosas cara a cara, ser sincero y decir lo que se piensa e interpreta de lo que el otro dice si te choca y así resolver los posibles malentendidos, además de tener el tiempo suficiente para poder terminar las conversaciones si hay algo que te ha dejado descolocado.
En cuanto a mi blog, escribo mucho, y mucho de ello son mis comeduras de cabeza. ¡Por eso tengo un blog! Y aunque a veces utilice una excusa para iniciar un tema, no siempre todo lo que digo después tiene que ver con el incidente, conversación o lo que sea que me ha producido iniciar ese tema. A menudo aprovecho para dar mi visión sobre algo, o para reflexionar más allá de lo ocurrido... Eso es mi blog, "una paja mental".
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